- Escrito por Natalie Sherman
- Corresponsal de negocios, Nueva York
Actualizado hace 7 horas
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Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron más rápido de lo esperado el mes pasado, una señal de que la batalla para frenar la inflación se ha estancado.
El Departamento de Trabajo de EE.UU. dijo que los precios aumentaron un 3,5% en los 12 meses hasta marzo, en comparación con el 3,2% de febrero.
Los mayores costos del combustible, la vivienda, las comidas fuera de casa y la ropa han provocado este aumento.
Los analistas advirtieron que la falta de progreso para frenar el aumento de precios obligaría al banco central estadounidense a mantener altas las tasas de interés durante un período más largo.
Las tasas más altas ayudan a estabilizar los precios al aumentar el costo de los préstamos para expansiones comerciales y otros gastos. En teoría, esto a su vez desacelera la economía, aliviando las presiones que hacen subir los precios.
La tasa de interés clave de la Reserva Federal se encuentra ahora en su nivel más alto en más de dos décadas, en el rango del 5,25% al 5,5%.
Los pronosticadores esperaban que el banco comenzara a recortar los costos de endeudamiento este año, lo que refleja el hecho de que la tasa de inflación, que sigue el ritmo del aumento de los precios, ha caído significativamente desde que alcanzó el 9,1% en 2022.
Pero los datos económicos recientes, incluidas las sólidas cifras de creación de empleo de la semana pasada, han generado dudas sobre la rapidez con la que se implementarán estos recortes.
Las acciones de Wall Street cerraron a la baja el miércoles, ya que los inversores apostaban por la posibilidad de un pronto recorte de los tipos de interés.
Los analistas, que previamente habían esperado recortes en las tasas de interés en marzo, rápidamente revisaron sus apuestas, y muchos ahora no esperan ningún recorte hasta finales de este verano y algunos predicen que el banco podría esperar hasta el próximo año.
Lo que la Fed decida hacer probablemente moldee las decisiones de los bancos centrales de todo el mundo, dijo Neil Birrell, director de inversiones de Premier Miton Diversified Funds.
«La Reserva Federal tiene algunos enigmas que resolver, y si otros bancos centrales están esperando que la Reserva Federal actúe, ahora tienen un dilema», dijo.
La inflación se ha desacelerado rápidamente hasta 2023 a medida que se solucionan los problemas de suministro de la era de la pandemia y se desvanece el aumento de los precios de los alimentos y la energía provocado por la guerra en Ucrania, pero se mantiene por encima del objetivo del 2% del banco.
El aumento de los precios del petróleo en los últimos meses también ha elevado los costos de la energía, mientras que los precios de los servicios públicos muestran pocas señales de estabilizarse.
El Departamento de Trabajo dijo que los precios aumentaron un 0,4% de marzo a febrero, el mismo nivel que en febrero.
Los mayores costos de la gasolina y la vivienda representaron más de la mitad del aumento.
Los costos de seguro de automóvil, atención médica e Internet también contribuyeron.
La llamada inflación básica, que los economistas consideran un mejor indicador de las tendencias futuras porque no incluye los precios más volátiles de los alimentos y la energía, fue del 3,8%, el mismo nivel que en febrero.
«No deberíamos reaccionar exageradamente ante el salto de la inflación general, que estuvo relacionada con la energía», dijo Brian Coulton, economista jefe de Fitch Ratings. Pero añadió: «Los detalles no son nada tranquilizadores para la Reserva Federal».
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