El embarazo, maravillosa etapa en la vida de cualquier mujer. Si hay una forma ideal para describir el embarazo, diriamos que es la época del gran cambio. Un cambio que no nos dejará indiferentes. Aunque como siempre, además de darnos alguna alegria, el embarazo, puede traernos miedos, problemas de salud… Y para evitar el mayor número de problemas lo mejor es estar informada. Por ejemplo, uno de los mayores problemas de las embarazadas, es el miedo. Hemos escuchado demasiadas historias sobre embarazos que tienen problemas, hemos visto en la tele películas donde las futuras madres pasan mil calamidades antes de llegar al momento del parto, e incluso cuando llega el parto es peor todavía. Y vemos como los médicos ante los grandes dolores, tan solo nos dicen: “respira”. ¿Nunca te lo habías planteado?
Aprender a respirar durante el embarazo para no sufrir.
Es algo que me llamaba mucho la atención antes de haber dado a luz. La cantidad de escenas en las que se ve a la mujer sufriendo en el parto como nunca lo han hecho. Y el mejor consejo que le pueden dar los médicos es respira. Cuando era más niña (era muy inocente) pensaba que a lo mejor estabas tan nerviosa durante el parto que se te olvidaba respirar. No entendia por que respirar podía ayudar a alguien en esa situación. Y por que si todos sabemos respirar, durante todo el embarazo se les volvía a enseñar a hacerlo.
Con los años lo fui entendiendo mejor. Pero, aun así no entendía como podía eliminar o disminuir el dolor la mera respiración. Aunque me lo creía. Así es que decidí informarme sobre la respiración tanto para el parto, como en otro tipo de terapias. En otro artículo, veremos los diferentes ejercicios respiratorios especificos que se aprenden durante el embarazo.
A respirar.
Primero intente entender el fenómeno de la respiración en nuestras vidas. Descubriendo que la respiración es uno de los poquisimos procesos que estamos preparados para hacer desde el nacimiento, sin tener que aprender de ningún lado. Otro ejemplo es el llanto o lloro. De hecho, es curioso, pero resulta que cuando somos bebés lo normal es que respiremos de una mejor forma que cuando nos hacemos mayores. Muchos pensareis que es por que se nos quedan los pulmones más viejos, la edad… Y simplemente es que nos acostumbramos mal a hacerlo. Con el tiempo, con los catarros, congestiones, tabiques torcidos… Por eso al final del embarazo, nos enseñarán a respirar de forma correcta.
Todos damos por hecho que la respiración es un proceso imprescindible. Al fin y al cabo nos moririamos si no respiramos. Esto es debido a la necesidad que tiene nuestro cuerpo de Oxigeno. El cual nos servirá como elemento en la respiración celular. (Vamos que al final lo que hace es darnos energía.) Pero parece que hay mucho más.
La respiración y la relajación.
En el mundo podemos encontrar diferentes tipos de filosofias de vida. Podemos decir que en occidente nos preocupa más lo material. Y en oriente, les gusta cuidar mucho más la mente. Así por ejemplo tenemos actividades o ejercicios como puede ser el taichi o el yoga, que tienen el objetivo de relajar la mente. Son ciencias milenarias, que poco a poco vamos conociendo mucho mejor en Europa. Y que cada vez ganan más adeptos. De hecho, durante el embarazo, es una de las épocas que más se suelen practicar. Aunque debemos de ser conscientes de nuestros limites y estar siempre supervisadas por alguien que conozca bien el ejercicio para no sufrir lesiones.
En oriente, siempre se ha respetado mucho la respiración. Dandole la fuerza de la relación y del bien estar. Y durante cientos de años, se ha intentado perfeccionar la forma de respirar para conseguir más beneficios. Es algo que no solo se aplica al embarazo o al parto. Sino a cualquier momento del día.
Una correcta respiración va a hacer que los niveles de Oxigeno que entren en el cuerpo sean los adecuados. Consiguiendo una buena relación entre la energía que estamos generando. (Veamos la importancia que tiene la respiración cuando hacemos deporte). Y como si no controlamos la respiración nos agotamos en seguida y nos puede doler el flato.
Pero, la cuestión es por que nos relajamos si respiramos de cierto modo. Es muy sencillo. Nosotros tenemos muchas malas costumbres a la hora de respirar, con lo que raramente lo hacemos bien de forma innata. Cuando intentamos controlar y mantener un ritmo coherente. Dedicamos gran parte de nuestro cerebro a controlar la respiración. Con lo que podemos decir que lo mantenemos ocupado. Si conseguimos el equilibrio, nos abstraeremos de nosotros mismos. Quedándonos en un estado de paz y tranquilidad.
Respiración y parto.
Ahora que ya sabemos mucho más sobre la respiración, es el momento de hablar de la respiración que nos enseñan durante el embarazo, en las clases pre-parto, para aplicar durante el día del parto.
Primero diré que en mi humilde opinión, a mi la respiración me fue de mucha utilidad. Aunque es cierto que cuando venia un dolor muy fuerte se me olvidaba totalmente la respiración como me habían enseñado. Pero, me sorprendió ya que durante todo el embarazo, no imagine que en verdad sirviera para mucho.
El parto es un proceso diferente y al que evidentemente no estamos acostumbradas. Incluso después de 9 meses preparandonos para ese momento. Cuando llega no sabemos ni donde estamos. Sin contar con los dolores. Como ante cualquier momento en que estemos de una forma muy nerviosa, lo que hace es que nuestro corazón bombee más sangre y lata más deprisa. Los nervios se apoderan de nosotras como no lo han hecho en todo el embarazo. Y en nuestra mano tenemos muy poco que hacer para sobrellevar mejor el parto. Es cierto que los médicos estarán intentando que se nos pase lo más ameno posible y reducir las molestias y dolores. Aunque esto no nos garantiza nada. Ante la impotencia nuestra. La respiración en el parto se convierte además de todo lo que hemos dicho antes. En el único sistema para que empleemos nosotras mismas. Es algo en lo que pensar que tenemos que hacer, solo por eso, ya nos ayuda a pasar el rato más rápido y mejor. Y si lo hacemos bien nos ayudará a tener menos dolores, a disfrutar mucho más del momento y seguramente a querer pasar por un nuevo embarazo.