LA INTENCIÓN HACE EL CRIMEN
El sol saldrá a las 5,55 h. y se pondrá a las 18,03 h.
Todos tenemos un tesoro escondido que transciende el tiempo y el espacio, y que además es heredero del conocimiento que está en nosotros, a la vez que nos une con el inconsciente colectivo. Estamos hablando de la intuición y de las experiencias que la favorecen. De hecho, todos hemos tenido momentos en los que la inspiración nos ha ayudado a tomar decisiones en las que no han participado la imaginación ni la reflexión.
Para que funcione, antes es necesario que nuestro inconsciente haya sido sometido a experiencias que le ayuden a tomar una decisión fuera de la lógica e incluso con apariencias absurdas. En suma, para conocer qué se espera de nosotros ante ciertas decisiones es bueno surcar las aguas de la confianza y de la observación. Es por ello por lo cual las personas intuitivas suelen hacer gala de saber quiénes son y qué necesitan de la vida.
La intuición es necesaria para desarrollar la empatía entre las personas y para poder establecer relaciones positivas con quienes nos rodean. Además, se verá favorecida por el conocimiento y la reflexión. En realidad es un hecho funcional del cerebro que, teniendo mucho que ver con la honradez, nos permite presentir lo que va a acontecer. Es esa corazonada que nos pone en guardia o nos sirve de aviso. De hecho, está detrás de muchos éxitos profesionales y manifestaciones creativas.
Hacerle caso mueve a la acción, pero teniendo presente que detrás del impulso inicial que nos pone en marcha debe estar la razón y la lógica. Por lo tanto, es uno de los diamantes de la inteligencia, que nos lleva a enamorarnos de una persona o ser precavidos hacia otras y que, a decir de algunos, ayuda más a los más íntegros. Sus fronteras son etéreas, pero nos permite leer entre líneas los sentimientos de las personas sin necesidad de la retórica. Por último, una recomendación: la intuición se ve favorecida por el cultivo de los valores nobles de la persona. Suerte y a por ella.