Böcklin creó múltiples versiones del mismo cuadro, en el que se representa una figura blanca sobre una pequeña barcaza, cruzando una amplia extensión de agua en dirección a una isla rocosa; tan solo acompañado de un ataúd: debemos tener claro que la figura blanca no es otro que Caronte, aquel que en la mitología griega conduce a las almas al Hades…
La verdad; queríamos hacer una critica del libro porque seguimos molestas con el autor pero entendemos que la función de la critiva es hacer y decir los valores de un buen texto y; este libro es in-criticable: es tan solo una típica transferencia de imágenes que se ajusta en mucho a lo que dijo en su momento Guillermo Baquero: …solo hay que ver quién escribe… Así que nos aplicamos la cartilla; cualquier cosa menos ser sencillos, o quedar al mismo nivel de este personaje, dijo Anne (lo de personaje porque también ha dicho otras cosas que se para el sol a escucharlas). Es un texto al que le pudo haber sacado mucho dado la historia tras el cuadro y el buen uso de la imagimación, pero qué estoy diciendo si esta visto que la novedad aquí es intentar impresionar a alguién con una idea que pudo ser buena. Una vez más el editor y la editorial demuestran qué es lo que para ellos vale.Cerramos con algo que nos gusta mucho: