La Jalea Real se presenta como una especie pasta blanquecina, un poco gelatinosa, con un gusto ligeramente picante. La Jalea Real es fabricada por las abejas más jóvenes que son las que la segregan a través de sus glándulas faríngeas.
La jalea es rica en glúcidos, prótidos, ácidos grasos, vitaminas A, B, C, D y E, y minerales. La jalea constituye la totalidad de la alimentación real (puesto que la reina de las abejas se alimenta exclusivamente de esto), así como la primera puesta de larvas. Por lo tanto, la jalea real es un nutriente muy seleccionado.
La jalea real es producida en cantidades suficientes para que la reina y las larvas puedan alimentarse el tiempo normal dentro de la colmena. Para que las abejas obrero trabajen en su producción, los apicultores deben incitarlas a que se encarguen de varias larvas reales, eliminando a la reina de los panales. De ahí se explica el coste relativamente elevado de un pequeño frasco de jalea real.
Los beneficios de la jalea real son muy numerosos. Por el lado de su composición, su absorción permite reforzar las defensas inmunitarias. Es bueno hacer una cura al comienzo del invierno, y luego otra al comienzo de la primavera. También permite aumentar el rendimiento intelectual.
Si tenéis niños en tiempo de hacer exámenes, ayudadles con una dosis diaria de jalea. Además, la jalea real posee una acción antiestrés. Por otro lado, tampoco se puede menospreciar su acción antienvejecimiento sobre la piel. Por alguna razón será que la reina de las abejas vive 40 veces más que las obreras.
Para consumir la jalea real, lo ideal es tomar un gramo por la mañana, en ayunas. Este tratamiento debe seguirse al menos durante un mes. El frasco de jalea debe conservarse en un lugar fresco.
Si nunca antes, habéis probado la jalea real, cuidado con las alergias: comenzar por una dosis pequeña, y luego ir subiendo progresivamente, hasta comprobar su tolerancia definitiva.