Las películas de acción tienen un séquito de incondicionales a nivel mundial. Bien es cierto que dentro de este campo tan grande, existen películas de grato de recuerdo, y otras que su existencia no incidieron en la historia del cine, por decirlo de una manera suave. Sin duda una de las sagas que han marcado un antes y un después en este tipo de films es la Jungla de Cristal. Las historias de John McClane cuentan sus fieles por millones, y en las cuatro entregas hasta el momento hay múltiples escenas para el recuerdo de los espectadores, y que ya son historia vive del séptimo arte.
En este sentido, un reciente estudio de Betway ha analizado multitud de estas tomas para comprobar si éstas son verosímiles, o simplemente surgieron de la imaginación y no pueden acontecer en la vida real. En lo que se refiere a la Jungla de Cristal, en su última película La Jungla 4-0 hay una escena que sorprende por encima del resto, y mantiene en vilo al espectador por ser sorprendente a la par que inesperada.
Después de contrarrestar el ataque de unos terroristas, John McClane se encuentra en la tesitura de escapar de los mismos. A mandos de un coche de policía que toma prestado, el protagonista va esquivando todo lo que se encuentra a su paso: coches de civiles, gente que está andando por la calle e incluso disparos de sus perseguidores los cuales intentan acabar con su vida. Ese fuego enemigo no solo viene de coches que persiguen a McClane, sino también de un helicóptero que pone en un aprieto al policía, teniendo la necesidad imperiosa de acabar con este aparato aéreo. Es entonces cuando McClane encuentra la oportunidad de hacerlo. Encuentra una rampa con una columna de hormigón, la cual con la velocidad que trae en el coche le sirve para empotrar su vehículo contra el helicóptero y así eliminarlo, previo salto del policía del coche antes de la colisión.
Lo que se convirtió en una escena para el recuerdo de los aficionados de La Jungla de Cristal, hace sembrar ciertas dudas de si es materialmente posible su reproducción en cualquier momento de la vida. A tenor de esto, una de las dobles más afamadas del cine en escenas peligrosas, Alice Ford afirma que “lo más probable es que el coche se hubiera estrellado contra la columna de hormigón y se hubiera destruido”.
Sea como fuere, la Jungla de Cristal es un canto gregoriano dentro del séptimo arte, y aunque listas de mejores películas de acción como la de El Mundo, no la incluya en el top ten de la historia, par a muchos revivir las andanzas de John McClane, en especial las primeras partes de la saga, es todo un acontecimiento y un disfrute para sus sentidos.
Bruce Willis marcó una época metiéndose en el papel de McClane, y en la actualidad múltiples generaciones se lo agradecen, ya que con él, empezaron a descubrir en mundo de la acción en el séptimo arte.