Un nuevo estudio publicado en la Academia Americana de Pediatría concluye que la lactancia materna favorece la reducción de peso en aquellas madres que eran obesas antes de concebir el bebé. El estudio tenía como objetivo recabar información sobre los efectos maternos a largo plazo de la lactancia materna, ya que según los investigadores, sobre este tema existe poca información.
Según los resultados del estudio, las mujeres obesas que concibieron un bebé y posteriormente siguieron las recomendaciones nacionales sobre la lactancia materna (brindar lactancia exclusiva al menos durante 4 meses y después mixta hasta los 12 meses de edad), redujeron su peso en una media de 8’2 kilos en comparación con las madres obesas que no ofrecieron a sus bebés lactancia materna. Al respecto merece la pena destacar una curiosidad, las madres con peso normal o con sobrepeso antes del embarazo, no reducen su peso al proporcionar lactancia materna a los bebés, los resultados muestran que únicamente afectaba al grupo de madres antes mencionado.
El estudio ha podido vincular la pérdida de peso, la lactancia materna y las madres obesas, pero no ha podido demostrar que la lactancia materna haya sido la causante de la pérdida de peso, aunque se apunta que posiblemente tenga algo que ver. Dar de mamar al bebé provoca que se quemen calorías adicionales, pero también provoca un cambio en el metabolismo debido a los cambios hormonales asociados a la lactancia. Los investigadores explican que aunque no se comprende cómo la lactancia materna ofrece mejoras al metabolismo de la madre, varios estudios apuntan que existe una clara asociación.
Antes hemos indicado que la reducción de peso no se apreciaba en mujeres con peso normal o sobrepeso, pero los expertos apuntan que este grupo de madres también experimentan beneficios metabólicos con la lactancia materna. Tampoco se descarta que contribuya a reducir el peso en madres con peso normal o sobrepeso, pero son menos propensas a intentar perder peso, por lo que sería necesario realizar una nueva investigación en la que participara un mayor número de madres lactantes. Los investigadores creen que en las madres obesas puede ser más notoria la pérdida de peso debido a que algunas realizan un cambio de dieta, mientras amamantan a sus bebés comen más sano siendo conscientes de que la alimentación contribuye en la calidad de la leche materna.
Pero vamos con el estudio, en él participaron 726 mujeres que habían dado a luz 6 años atrás, se realizó una comparativa del peso de las mujeres que amamantaron y las que no amamantaron, antes de quedarse embarazadas y tras seis años de dar a luz, la diferencia se apreció, como hemos indicado, en las madres obesas, aquellas que tenían un Índice de Masa Corporal por encima de 30.
Un 17’9% no amamantaron a sus bebés, un 29% ofreció lactancia materna durante 4 meses, un 20’3% siguió las recomendaciones nacionales sobre la lactancia, una de cada cinco madres amamantó a su bebé durante más de 12 meses. Se constató que las mujeres obesas que siguieron las recomendaciones sobre lactancia materna se beneficiaron de la pérdida de peso, incluso las que sólo brindaron 4 meses de lactancia también redujeron su peso en una media de 5’5 kilos, en comparación con las mujeres obesas que no amamantaron a sus bebés. En este caso, los expertos apuntan que la cifra de mujeres no tiene justificación estadística al ser pequeña, este es otro motivo por el que apuntan que sea necesario realizar un nuevo estudio con un mayor grupo de mujeres. Es definitiva, es otra pieza más del puzzle que muestra los grandes beneficios que ofrece la lactancia materna al bebé y a la madre, recordemos que las mujeres que amamantan tienen menor riesgo de sufrir depresión, enfermedades del corazón, diabetes, cáncer de mama, etc.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Pediatrics.
Foto | Christyscherrer
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La lactancia materna favorece la reducción de peso