La lactancia materna podría ofrecer beneficios en el desarrollo de la dentadura

Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Adelaida (Australia) sugiere que la lactancia materna podría ofrecer beneficios en el desarrollo de la dentadura. Según las conclusiones obtenidas, los bebés que disfrutan de la lactancia materna tienen menos probabilidades de sufrir algún tipo de desalineación en la dentadura. También se apunta que el uso del chupete podría reducir esos beneficios, aunque los niños estuvieran siendo amamantados.

Hemos hablado en varias ocasiones de los beneficios que ofrece la leche materna, pero en este estudio se destacan especialmente los efectos de los procedimientos empleados por el bebé para realizar la succión. Aunque en anteriores estudios ya se ha demostrado que los bebés que son amamantados de forma exclusiva tienen un menor riesgo de maloclusión (mal alineamiento de los dientes o la forma en la que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí), en este nuevo estudio se diferencia entre los bebés que son amamantando y los que reciben leche materna en biberón, algo que marca diferencias en el desarrollo de la cavidad bucal.
La leche materna ofrece muchos beneficios y más si se toma directamente del pecho, para llegar a esta conclusión los expertos realizaron un seguimiento durante cinco años a un grupo de 1.303 niños teniendo en cuenta el grado o tiempo de lactancia materna a los 3, 12 y 24 meses, además los investigadores preguntaron a los padres cuándo empezaron a utilizar el chupete y con qué frecuencia a la edad de 3, 12, 24 y 48 meses. Sobre esta pregunta cabe destacar que un 40% de los niños utilizaron el chupete a diario hasta que cumplieron los cuatro años.

Una vez tomados todos los datos, cuando los niños cumplieron cinco años los expertos analizaron el desarrollo de la cavidad bucal para determinar qué niños tenían los dientes desalineados de forma moderada o grave, algún problema en la mandíbula, como por ejemplo la mordida cruzada, la mordida abierta, etc. Se constató que en lo que respecta al contacto irregular de los dientes del maxilar superior con los del maxilar inferior, era un tercio inferior entre los niños que habían sido amamantados de forma exclusiva entre tres y seis meses, si como mínimo habían sido amamantados exclusivamente durante seis meses, el riesgo se reducía en un 44%.

Los niños que recibieron lactancia materna en exclusiva directamente del pecho entre tres y seis meses, tenían hasta un 41% menos riesgo de sufrir una desalineación en los dientes entre moderada y grave. Ofrecer lactancia materna directa durante un mínimo de seis meses reducía dicho riesgo en un 72%, estos datos parecen demostrar que existe una relación entre la forma de tomar la leche y la salud dental, aunque como ocurre en muchos estudios, no se analizó si existía causalidad. Algunos expertos barajan la posibilidad de que esta asociación pueda deberse a factores como el desarrollo de las estructuras orofaciales, así como un tono muscular o una respiración nasal adecuada. Por otro lado, los bebés que toman lactancia materna son menos propensos a utilizar el chupete, elemento que se considera un factor de riesgo de las malformaciones antes citadas.

Tomar el pecho obliga al bebé a mover la mandíbula y la lengua de forma armónica y favorable al desarrollo de la cavidad bucal, algo que no ocurre tomando el biberón. El ejercicio regular mandibular que se realiza con la succión, incrementa el uso de los músculos y favorece el correcto desarrollo de los dientes. Los expertos recomiendan que no se abuse del chupete porque puede ejercer una presión sobre la mandíbula que conducirá en un futuro a problemas como la maloclusión. La investigación resulta interesante, podéis conocer más detalles a través de este artículo publicado en la revista médica Pediatrics.
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Foto | Yachichurova

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