Revista Cultura y Ocio
Por fin he visto la ladrona de libros en cine. A poco que sigáis mi blog o mis rankings de lecturas, sabréis que este libro es mi favorito. Me lo leí hace seis años cuando lo descubrí en una biblioteca, como si de la propia Liesel se tratara y me hubiera poseído, eligiendo por mí aquel libro que me llamaba tanto la atención.
Su lectura me cautivó y se convirtió así en mi libro favorito, recomendándolo cada vez que me preguntaban. Ahora han hecho la película y cuando vi el tráiler supe que no me iba a decepcionar. Me alegra que no lo haya hecho porque tenía muy altas expectativas y las han cumplido.
La película empieza con un narrador en off, que ya todos sabéis quien es, desde las nubes y hasta un tren a vapor precioso que recorre las vías a gran velocidad. Es ahí donde se encuentra la pequeña Liesel y donde nos la presenta.
Creo que tanto ella como los demás personajes adorables del libro, están perfectamente descritos y elegidos en la película. Algo que habría tirado por tierra toda la historia de no haber sido así.
La actriz que encarna a Liesel tiene magia. Su forma de mirar es la de Liesel. Esa curiosidad por el mundo y por los libros. Por aprender y vivir las cosas a su alrededor. De mirar de una forma diferente. Y encima es zurda, para qué quiero más…
Creo que hay muchísimas escenas preciosas y muy bien descritas. A mi Liesel me enamoró pero la relación que tiene con su padre Hans, o la relación con su amigo Rudy, o con Max, es que no sé cual me gusta más de las tres y claro, cada vez que sale cualquiera de estos personajes, que es en la mayoría de escenas, me tienen cautivada.
Con Hans la relación es preciosa porque tienen una complicidad y un afecto paternofilial que se va generando con el paso de los días y la unión del aprendizaje y el amor. Hans es adorable y cuando le demuestra cuanto la quiere, es enternecedor.
Con Rudy ocurre algo parecido. La camaradería y la amistad que hace seguirla a todas partes, a ayudarla y apoyarla, en un “estoy de tu parte, pase lo que pase” me encanta. Una historia que con el paso de los días se va haciendo cada vez más fuerte e indestructible.
La tercera relación es con Max. Esta es una mezcla de las dos anteriores. Max es un joven judío que tiene que vivir escondido y aún así disfruta de los pequeños placeres de la vida como ninguno. Le muestra a Liesel el poder de las palabras y los libros y crece entre ellos una amistad familiar de las que hay pocas.
Creo que el film es precioso. Muy visual y poético, justo lo que quería ver para esta historia. Hay muchas escenas, o casi todas, que tienen algo mágico, algo estético, algo que te remueve por dentro. Puedo decir que es también una de mis películas favoritas, quizás la única pega es una escena un poco peliculera que en el libro no ocurre, pero por lo demás le doy un diez. No muchas películas pueden conseguir que me haya emocionado en casi toda la película.
No puedo entender como unas chicas que fueron a verla a la misma sala, que tendría unos veinte años, dijeron: “esta peli es la risa, no podía contenerme”, no sé muy bien si se referían al odio hitleriano reflejado, a la persecución y asesinato de los judíos, al horror de la guerra o al sufrimiento desgarrador de unos personajes adorables. Es uno de esos misterios del ser humano, ante una escena, una película, alguien puede emocionarse hasta el dolor por algo que ni siquiera le ocurre a sí mismo y otro puede mofarse. A lo mejor es como le dice Max a Liesel, en una de las muchas frases preciosas de la cinta: “Si tus ojos pudieran hablar, ¿qué dirían?” a lo mejor es que algunos ojos no quieren ver lo hermoso del mundo, pero yo lo prefiero.
Sí vosotros también sois así, os encantará la película.