Llevaba tiempo queriendo leerlo porque cuando empecé con el blog hubo un auténtico aluvión de reseñas sobre él y quería comprobar si merecía tanto la pena. ¡Y vaya si la merecía! Si aún no lo tenéis, es uno de esos libros que no pueden falta este año bajo el árbol de navidad.
Ficha bibliográfica
Título: La lección de August.
Título original: Wonder.Autor/a: R. J. Palacio.Nacionalidad: Estadounidense.
Editorial: Nube de tinta.Idioma original: InglésAño de publicación: Septiembre de 2012Páginas: 416.Presentación: Tapa blanda con solapas.ISBN: 9788415594024
Autora
Mientras R. J. Palacio se dedicaba a diseñar preciosas cubiertas para cientos de autores, soñaba con escribir una novela algún día. Sin embargo, le parecía que nunca llegaba el momento hasta que se dio cuenta de que lo único que tenía que hacer era empezar. WONDER. La lección de August fue su primera novela y se convirtió en un fenómeno mundial que ha inspirado a más de un millón de personas. La historia de Julian, su segundo libro, retoma el universo de WONDER para descubrir su cara oculta.
Cuando Palacio decidió escribir El libro de preceptos del señor Browne, pidió ayuda a sus lectores: en dos semanas, había recibido más de mil postales con preceptos procedentes de todo el mundo.
Página web de la autora.Sinopsis
«Todos deberíamos recibir una ovación al menos una vez en nuestra vida, porque todos vencemos al mundo» Auggie.
Su cara lo hace distinto y él solo quiere ser uno más. Camina siempre mirando al suelo, la cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas, susurros ahogados y codazos de asombro. August sale poco, su vida transcurre entre las acogedoras paredes de su casa, entre la compañía de su familia, su perra Daisy y las increíbles historias de La guerra de las Galaxias.
Este año todo va a cambiar, porque este año va a ir, por primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su vida, la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la adversidad, aceptarse tal y como es, sonreír a los días grises y saber que, al final, siempre encontrará una mano amiga.
Desde que salió el 14 de febrero de 2012, La lección de August se ha situado en los puestos de las novelas más vendidos en la lista del New York Times y ha encontrado en la red la mejor manera de promocionarse. Como dice uno de sus lectores: «Léela. Compártela. Coméntala».
Opinión (sin spoilers)
August Pullman es un chico como otro cualquiera: le gustan los videojuegos, leer, montar en bici, las películas de La guerra de las Galaxias,... Pero no puede evitar que la gente aparte la vista o que lo señalen por la calle. La cara de August es distinta a las demás y a sus diez años se ha tenido que someter a veintisiete operaciones por culpa de unas extrañas mutaciones genéticas que hacen que ni tenga paladar ni orejas o que sus mejillas estén hundidas hacia dentro, entre otras muchas cosas.
Pero ya se encuentra mejor y estará un tiempo sin tener que someterse a una nueva operación, por lo que su madre opina que es la ocasión perfecta para que deje de estudiar en casa e incorporarse al colegio ya que este año es el primero de secundaria y no sería el único alumno nuevo del curso. August no lo cree así. Sabe que los niños son crueles y, aunque, le gustaría hacer cosas tan normales como ir al colegio, prefiere quedarse en casa. Al final termina cediendo y accede a ir; sin embargo, desde el primer día comprende que ese mundo no es para él: los niños le miran raro o le ignoran, no tiene con quién sentarse, le ponen muchos deberes,... Pero lo peor de todo es que está Julian. Con un chico capaz de insultarle todos los días o poner en marcha un cruel juego llamado la Peste, donde el objetivo es no tocar a August para no morir, ¿será capaz de aguantar todo el curso?
Si me encontrase una lámpara maravillosa y solo le pudiese pedir un deseo, le pediría tener una cara normal en la que no se fijase nadie. Pediría poder ir por la calle sin que la gente apartase la mirada al verme. Creo que la única razón por la que no soy normal es porque nadie me ve como alguien normal.
Como veis nos encontramos con una novela que toca varios temas complicados como la aceptación social, la importancia del aspecto físico o el crecimiento personal. Es un libro que ahonda en estos problemas pero con una visión desenfadada. A primera vista parece que no cuadra, que tendría que tener un enfoque más serio; sin embargo, R. J. Palacio reviste la historia de August con un toque de humor e ironía que hará que empaticemos al instante con cada personaje y que no podamos dejar de devorarlo.
En fin, no es que me importe que la gente reaccione al verme. Ya lo he dicho un millón de veces: ya estoy acostumbrado. No dejo que me afecte. Es como cuando sales a la calle y está chispeando. Cuando chispea no te pones las botas de agua. Ni siquiera abres el paraguas. Caminas bajo la lluvia y apenas te das cuenta de que se te está mojando el pelo.La historia está dividida en ocho partes y cada una de ellas se narra bajo el punto de vista de uno de los personajes. Como pequeña (gran) cotilla, este estilo me parece muy original y sirve para conocer distintos enfoques de una misma historia e, incluso, crear nuevos conflictos y dar una mayor relevancia a los personajes secundarios. De esta manera, veremos a través de sus ojos cómo les ha afectado la enfermedad de August y descubriremos el porqué de sus acciones. Lógicamente, tres de las partes giran en torno a August (¿quién mejor que él para introducirnos en su propia historia?). El resto estarán dedicadas a su hermana Via, Jack, Summer, Justin (el novio de Via) y a Miranda (la amiga de toda la vida de Via).
Cada parte comienza con una ilustración del personaje que la narra y una cita. La autora logra escribir cada parte respetando la personalidad del personaje y su forma de expresarse. La única pega que le pondría es que en la parte de Justin no hay ni una mayúscula, ni una. Me costó un poco leerlo porque a veces no me daba cuenta de dónde terminaba una frase y empezaba otra. Quizá R. J. Palacio lo hizo así para reflejar la personalidad de Justin pero a mí no me gustó por esa incomodidad al leer.La parte que más me impresionó, sin contar con la de August, fue la de su hermana Via. Ella entendió desde muy pequeña que August requería mucha más atención por estar enfermo e ingresado en el hospital constantemente. Desde siempre se ha visto relegada a un segundo plano y se ha convertido en una persona independiente que lidia sola con sus problemas para no añadir más quebraderos de cabeza a sus padres. Pero lo que más molesta a Via es que todo el mundo la conozca por ser la hermana de August y la traten diferente.
Pero giramos a su alrededor como si aún fuera un bebé. Cambiamos de planes, pasamos al plan B, interrumpimos conversaciones, incumplimos promesas, dependiendo de su estado de ánimo, de sus caprichos, de sus necesidades. Eso estaba bien cuando era pequeño, pero ahora necesita madurar. Tenemos que dejarle, ayudarle, obligarle a madurar. Yo creo que hemos pasado tanto tiempo intentando hacer que August piense que es normal que ahora piensa que es normal. El problema es que no es normal.
Calificación
8,5/10Una novela única y conmovedora con una enseñanza clara: ante todo, sé amable.¿Lo habéis leído? ¿Qué os pareció?