Cada día se publican nuevos “beneficios” de la lactancia materna tanto para los bebés como para sus madres que amamantan.
Me hace gracias cuando se habla de beneficios de la leche materna cuando es el alimento que la naturaleza ha previsto para los bebés humanos, osea…que la leche materna es (o debería ser) el alimento normal de consumo humano al menos durante los primeros meses de vida, pero como parece que algunos hemos olvidado que somos mamíferos y llevamos un siglo en la era del biberón, muchos investigadores estudian tanto la leche materna como la lactancia en sí misma, para poder aumentar las tasa de lactancia y mejorar la salud de la población en general.
Una de las últimas noticias que se han publicado es que la leche materna puede ayudar en la curación del cáncer en pacientes adultos gracias a un estudio de investigación presentado en el XII Simposio Internacional de Lactancia Materna de Florencia.
Catharina Svanborg, responsable del departamento de Microbiología, Inmunología y Glicobiología del Institute of Laboratory Medicine de la Universidad de Lund (Suecia) ha realizado varios ensayos “in vitro” y “en vivo” para establecer el potencial de la leche materna como posible tratamiento del cáncer en adultos y ha descubierto el mecanismo por el que la leche materna puede combatir las células tumorales.
La lactoalbúmina (proteína presente en la leche) se une con un ácido graso formando el complejo denominado HAMLET que induce la muerte de células tumorales respetando las células sanas.
Hasta ahora se sabía que la lactancia materna previene muchos tipos de cáncer tanto en los niños (hasta 60% menos de posibilidades de padecerlo según un estudio de la Universidad de Haifa) como en sus madres (la lactancia materna es un factor protector directo en la prevención del cáncer de mama), pero la novedad de este estudio es que ahora se ha visto que la leche materna puede tener un papel activo en la destrucción de los tumores.
Estos complejos HAMLET han arrojado unos datos muy prometedores porque se ha visto que se ha reducido un 60% el tamaño del tumor en ratones con cáncer de colon aumentando la esperanza de vida de estos animales en 40 puntos conceptuales.
Por otra parte, desde hace años se conocen los beneficios del consumo de leche materna fresca por los enfermos de cáncer que tienen tratamientos de quimio y radioterapia porque mejoran los problemas digestivos que estos tratamientos producen en los pacientes (tienen menos nauseas y vómitos) y además ayuda a que los niveles de sus parámetros inmunológicos no caigan en picado (algo bastante habitual).
Sin embargo esta práctica no ha estado exenta de detractores, porque con la leche materna se pueden transmitir ciertos virus (como el SIDA por ejemplo) y esto en un enfermo inmunodeprimido puede ser peligrosísimo.
¿Entonces la leche materna puede curar el cáncer o no?
Desgraciadamente todavía no podemos afirmar eso, ya que la propia doctora Svanborg conoce la necesidad de realizar un ensayo clínico serio a gran escala con una muestra significativa de pacientes y de hecho ese es su próximo paso. Pero con los resultados preliminares que ya tenemos, los augurios pueden ser buenos, así que podemos mantener la esperanza.
Lo que sí sabemos con certeza es que la lactancia materna previene muchos tipos de cáncer tanto en las madres como en sus hijos y puede ayudar a los tratamientos del cáncer en algunas personas.
Sólo nos queda esperar con toda la paciencia que podamos tener