Es que si uno lo piensa bien, cada una de ellas parece
novela repleta de misterios y pasión, amores y alegrías, intrigas y atractivo
letal que lo impulsan a uno a seguirlas sin remedio, persiguiendo ese aroma
sublime que sólo ellas poseen. Sí, las mujeres son como libros invaluables que
capturan nuestra atención y sentimientos más fuertes, guiándonos con sutileza
al laberinto de su existencia, a las páginas mágicas de sus vidas, esas vidas
que nos hacen a los hombres afortunados y dichosos por plantar los pies en este
mundo.
Caminando en la calle u ocupando un puesto en el transporte,
uno puede ver a un joven leyendo algún ejemplar y eso es motivo suficiente para
esbozar una mediana sonrisa y pensar que quizá no todo está perdido hoy en día.
Pero sólo es que uno vea a cierta dama devorando páginas y páginas de la copia
que sostenga entre sus manos y ya pensamos que la perfección misma se presenta
ante nuestros ojos. Una mujer leyendo causa fascinación, crea hechizo,
despierta delirio. Y si no cree, busque a una en la librería más cercana y
quédese viéndola unos segundos. Antes de lo que imagine se sentirá soñando
porque creerá que libro y mujer son una sola pieza, una escultura colosal e
inseparable producida por dioses infames que nos querían a los hombres
suplicando un instante más de tan magnífico panorama. Sí, vaya vea con descaro
o disimulo a esa señorita absorta en mundos de papel y se dará cuenta de que
tal visión es gloriosa, celestial. La mujer sola ya es tesoro, pero con un
libro a la mano se antoja paraíso eterno.
O, si lo prefiere, dedíquese a charlar con la empleada de
esa tienda de libros que tanto le gusta. Escuche como le dedica sus más
sinceras opiniones sobre uno u otro autor, mire como le obsequia afectuosas
miradas y modales delicados. Entonces
vaya a por un café y verá que en segundos bien puede hacer acto de presencia
una chica radiante que le acelera el corazón y le incita a pedir una cita o tan
siquiera un tímido beso en la mejilla. Y cuando salga a la calle, fíjese bien
que no tardará mucho en divisar una abuelita con tantas canas como historias
que le dejarían a usted sin palabras. No sea tonto, sonríale que ella, aunque
no le conozca, rezará para que llegue usted bien a su destino y le entregara
sin tapujos un saludo más caluroso que las playas de Cancún.
Regrese a casa y no habrá terminado de cerrar la puerta
cuando ya llegue a sus oídos ese saludo amoroso de la mujer de su vida: sí, su
mamá, que estuvo desde principio y estará hasta el final. ¿Qué ya no está? ¿Qué
pasó a mejor vida? Pues no dude que desde donde esté, le cuida y le brinda ese
amor únicamente posible en el corazón de una mujer. Y entonces váyase a su
cuarto, recuerde las damas que desfilaron por su vida en las últimas horas,
échese en la cama y agarre un libro. Ábralo y verá qué… ¡oh sorpresa! Úrsula
Iguarán lo espera para mostrarle lo que son Cien Años De Soledad, miss Granger
no aguanta las ganas de exhibir que de nuevo triunfó en sus exámenes mágicos,
la Bea muere de impaciencia por enseñarle con Daniel Sempere lo que es El
Cementerio De Los Libros Perdidos, Katniss le suplica que la acompañe en su
travesía por Panem y Denna muere por
frustrarlo con su enigmático ir y venir en la vida de Kvothe. Porque donde quiera
que usted vea, las mujeres estarán allí para hacer de su existencia algo que
vale la pena vivir.
Aunque aquí nos centremos en las mujeres que se relacionan
con el mundo de la literatura, todas
merecen ser recordadas y reconocidas en este día, aunque lo ideal es que suceda
a cada minuto de cada año. Lea o no, escriba o se abstenga de ello, cada una
contribuye de cierto modo para que esta casa llamada Tierra tenga orden y
sentido. Por ello sólo resta decirles: ¡Feliz Día De La Mujer!
Aquí en Librosintinta el término hombre es casi inexistente porque casi todas las colaboradoras son
damiselasde aire soñador que bien se valen por sí solas y con tanta belleza y
talento espantan a los jóvenes que aspiran a contribuir con el blog. Cómo sigo
yo aquí, eso no lo sé, pero estoy muy agradecido y contento por tener la chance
de leer y conocer a mujeres tan especiales que hacen de este lugar algo único,
diferente. A María del Carmen, que creó todo esto, a Joa, Raquel, Abril,
Amanda, Lizza Orta, Gabby, Alex River, Guadis López, Bloody Mary y todas las
demás mujeres que colaboran aquí, mil gracias por tanto. De corazón, feliz día.
Y a ti, lectora, gracias por brindarme tu tiempo en este blog y por amar las
letras tanto como yo. Ese es un detalle más dentro de tantos que te hacen única,
especial. Un detalle vital que te convierte en la Lectora De Mis Sueños.
Jef Volkjten