Revista Comunicación
En Carras, una región de la actual Turquía, en el año 35 A.C. se llevó a cabo una batalla que enfrentó a los romanos (comandados por el triunviro Craso) con los partos que dominaban el Oriente. Los romanos iban con una poderosa fuerza, seguros de escarmentar a sus enemigos. Bueno, el tiro salió por la culata. Los partos ganaron la batalla, mataron a Craso y tomaron más de diez mil prisioneros entre las tropas romanas.
Muchos de los prisioneros acabaron sus días como esclavos en la Bactriana, lo que hoy sería Afganistán. Pero se cuenta que los partos aceptaron mantener algunas unidades militares romanas que convinieron pelear para sus captores, a cambio de mantener su libertad y su vida. Se cuenta que esa legión romana fue enviada a los confines del imperio, a lo que hoy sería Turkmenistán, a frenar las incursiones hunas.
Cuando en el año 20 A.C., el emperador Augusto negocia un tratado de paz con los partos, trata de recuperar a los legionarios tomados prisioneros. Pero ya, a esa altura de los acontecimientos, se desconocía el paradero de los soldados capturados en la batalla quince años atrás. Quedó para siempre como la legión perdida de Roma.
La legión queda en las sombras de la historia hasta que en 1955, el historiador y sinólogo Homer Hasenpflug Dubs propone, en una conferencia, una interesante explicación al destino de la legión perdida.
En las crónicas de la dinastía Han, que cubre los años 25 y 220 D.C., Dubs encuentra el relato de la campaña militar del General Gan Yanshou sobre la frontera occidental del Imperio Chino. La crónica describe una operación militar en la actual provincia de Xinjiang, contra los xiongnu, un pueblo nómade hostil de la Mongolia. Al atacar la ciudad de Zhizhi (en lo que sería hoy Taskent, en Uzbekistán), los chinos se toparon con unos defensores hábiles, veteranos, muy organizados, cuya aptitud llamó lo suficiente la atención para describirlos.
En las crónicas señalaron su fortaleza de doble empalizada y que combatían perfectamente organizados, “alineados y desplegados en formación como de escamas de pescado” que se mostró muy efectiva. No obstante la férrea actitud de los defensores, la superioridad china fue determinante y tomaron prisioneros a los soldados, los que fueron deportados al desierto de Gobi a cuidar, ahora, la frontera del Imperio Chino, contra los tibetanos.
¿Por qué esta historia, sirve para conocer el destino de la legión perdida romana? Porque la descripción de la formación militar de escamas de pescado, hace recordar al testudo (“tortuga” en latín), una típica formación del ejército romano. Y la fortificación de doble empalizada es otra característica romana.
Los soldados tomados prisioneros fueron ubicados en una ciudad que se llamó Li-Jien o Liquian que algunos identificaban como el nombre Legión con que los chinos nombraban a los romanos. Cuando años después se renombró a la ciudad (recordar la importancia que tenía la rectificación de los nombres para Confucio), se le puso el nombre de Jie-lu, esto es, “cautivos”.
Dubs sugiere que la legión romana perdida se corresponde con estos mil defensores de la ciudad de Zhizhi.
Como es de esperar, la teoría presentó objeciones de los catedráticos y muchos concluyeron que no había evidencias categóricas para aceptar esta hipótesis, aunque no despreciaron el interés potencial que tenía.
Hay una vuelta de tuerca más: en 1999, Los Angeles Times identificó a la antigua Li-Jien como el poblado de Zhelaizhai cuyos pobladores contaban con una alta proporción de individuos de alta estatura, nariz recta, pelo castaño y rizado y ojos azules o grises. Los estudios genéticos llevados a cabo entre los pobladores, demostró que poco menos de la mitad de ellos tenían carga genética afín a pobladores europeos.
Aunque esto parece apoyar la hipótesis de que los antecesores europeos de los pobladores de Zhelaizhai fueran los integrantes de la legión perdida romana, vale aclarar que el poblado estaba cerca de la antigua Ruta de la Seda por lo que no sería de extrañar que tuvieran mayor contacto frecuente con europeos que otras regiones del Oriente.
Esto es lo último que se sabe de las especulaciones de la legión romana perdida, un grupo de soldados cuya leyenda sobresalió de los márgenes de la historia hasta llegar su brillo a nuestros días.
FUENTES:
Artículo en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Legión_perdida
Nota en el blog Arquehistoria:
http://arquehistoria.com/la-legion-perdida-de-craso-16736
y
http://arquehistoria.com/legionarios-romanos-en-china-16941
y
http://arquehistoria.com/desmontando-la-presencia-romana-en-china-17074