Revista Cine
La ley del cine (de acción). sobre avatar y planet 51
Publicado el 29 diciembre 2009 por JesuszamorabonillaEstas navidades, además de dedicarme a incrementar, como ya os dije, la cantidad de jesuszamorina presente en la naturaleza, he hecho algo que hacía muchísimo tiempo que no hacía (de hecho, ni siquiera recuerdo haberlo hecho alguna vez, aunque supongo que sí): ir al cine dos días seguidos. El día de Navidad vi Avatar; al siguiente, Planet 51 (no os metáis mucho conmigo: mis salidas al cine están bastante condicionadas por mis obligaciones parentales)..Lo cierto es que con las dos me lo pasé bien, que es lo mínimo que puede pedírsele a un gasto de siete euros y pico por entrada. Avatar da demasiado tufillo a ecologismo naïf, el protagonista duerme demasiado poco, y las alienígenas son demasiado planas para mi gusto, pero aun así, la trama es entretenida y los efectos especiales y decorados (si hay alguna diferencia entre ambas cosas) merece la pena verlos. Y eso que la tuve que ver en 2D, a causa de un percance automovilístico..Pero a lo que iba. La película ha supuesto la confirmación de lo que quiero calificar como:.La ley fundamental del cine de acción,.que, a saber, reza como sigue:."no importa lo sofisticado de la tecnología que se muestra en una película de acción, el jefe de los malos acaba siempre vencido mediante una pelea a puñetazo limpio"..Es cierto que, en este caso, ayudan un poco el arco y las flechas, pero no dejan de ser tecnología tan paleolítica como las hostias..A propósito de Planet 51, que entré a ver como toro en chiquero, y con la que a los pocos minutos ya me estaba riendo, lo que más me gustó fue, no sé si lamentablemente, lo mismo que en el caso de Ágora: que no parece una película española (seguro que estas dos las descargan en el pitupí mucho más que Mentiras y gordas). Hay que reconocer que el guionista (que es, probablemente, la delikatesse cinematográfica de la que más escasos andamos por estos andurriales) es un fenómeno, comprado a peso de oro en el mismo bazar de Jolibú, y que la ambientación está concebid ab initio para su venta en el mercado norteamericano (o sea, mundial), pero el resto de la producción es mayoritariamente ibérica..Lo que demuestra que la supuesta ley del cine español (que reza "las películas españolas son un coñazo infumable con una probabilidad que tiende a uno") es falsa: los españoles, cuando tienen algún incentivo para hacer películas que le gusten a la gente (lo que no quiere decir sólo a sus compatriotas), en lugar de películas que se limiten a mostrar las masturbaciones ideológico-sociológicas de sus perpetradores, son capaces de buscarse la vida para conseguir los medios con los que hacer películas del primer tipo..P.D. Por cierto, ¿alguien sabe con qué acento hablan en la versión inglesa los dos soldados lobotomizados? ¿Y con qué acento lo hacen en la versión distribuida en Argentina (supongo que en este caso será con acento gashego)?.Enrólate en el Otto Neurath