Jacobo VI de Escocia (y I de Inglaterra, pese a que Isabel I ordenara matar a su madre. Isabel I fue probablemente la reina más inútil de su época).
Echando la vista atrás, sorprende que a Inglaterra la Leyenda Negra llegue de forma tardía. Sobre todo a raíz de la operación de invasión de la Felicísima Armada, empezará a operar un conjunto de mentiras, exageraciones y prejuicios que durarán hasta nuestros días. Tras el relativo desastre de la operación —recordemos que esa fue una operación militar dentro de una guerra que España ganó, pequeño detalle que se pasa por alto—, Inglaterra usa su no-victoria como arma de propaganda. Las mejores plumas de ese —todavía— reino mediocre —famoso en la época por sostener a piratas y delincuentes— se ponen al servicio de la idea de que Dios ha concedido su favor a Inglaterra en detrimento de España. Se reparten folletos en los que se dicen que los ingleses pueden comer pescado, ya que la sangre española que han bebido en el mar, ya está digerida y no transmite enfermedades. El típico humor inglés, ya se sabe.Es importante recalcar el concepto de "pérdida del favor de Dios". A comienzos del XVII los asuntos de Dios se tomaban muy en serio en todas partes. Las lecturas presentistas que ponen a Dios como excusa para objetivos políticos hay que tomarlas con prudencia. La Leyenda Negra debe gran parte de su éxito a que España apoyaba decididamente las pretensiones de los católicos al trono. Que la corona inglesa fuera anglicana hizo el resto del trabajo. La Leyenda Negra en Inglaterra, por tanto, tiene un gran componente de política interior, de pugna entre bandas partidarias.
Así decoraban la Brevísima relación de fray Bartolomé de las Casas. (Fuente)
Respecto a las invenciones de los holandeses, los autores ingleses no muestran una gran originalidad. Continúan los estereotipos que pintan al español como «semimoro» y «semijudío». Los españoles tenemos una sangre mezclada, la piel aceitunada y nuestras costumbres son salvajes y bárbaras.¡Oh turcos! ¡Oh escitas! ¡Oh tártaros! Regocijaos, pues cuanto mayor sea la crueldad de España, menos lo parecerá la vuestra.
No sólo la corona de Inglaterra estaba en juego. El monopolio comercial español con América suponía una gran barrera para un país sin muchos recursos como Inglaterra, dependiente del comercio naval. La Leyenda Negra ayudó por tanto a justificar las patentes de corso de los piratas ingleses —Drake, Raleigh...—, delincuentes que en su país eran dibujados como héroes. Cromwell, Bacon y otros sonados autores ingleses pusieron su pluma al servicio de convencer a los convencidos. Hoy esos textos pasarían por ser soflamas racistas, intransigentes y violentas.
La primera edición de las Relaciones de Antonio Pérez sale de imprenta en Londres en 1594. Múltiples ediciones los siguientes años en varios idiomas, unirán el mito anti Felipe II a los ya conocidos estereotipos sobre la raza impura de los españoles.
Estas imágenes sobre los españoles como mestizos, evolucionarán a lo largo del tiempo y acabarán convirtiéndose en reclamo de eruditos para visitar el último reducto "exótico" de Europa. Cosa que tampoco es como para tirar cohetes.
Una nota: no olvido que el odio subvencionado de la corona inglesa contra los españoles no sólo se justificaba por el comercio americano y las pretensiones de los Estuardo, también entra en juego un pequeño desconocido en toda esta historia: la catolicísima Irlanda ayudaba a los barcos españoles, servían sus puertos de refugio e incluso mandaban voluntarios a luchar bajo bandera española. Seguro que hay amplios trabajos sobre la presencia de apellidos irlandeses entre la oficialidad del ejército español. Esto, que siempre pasa olvidado, no es producto de ninguna casualidad.
Ver otras partes:
El Rule Britannia se compuso para celebrar una victoria que nunca existió. Ah, los ingleses y sus mentirijillas: