Una trama entorno a mejorar la economía de su fútbol gracias a las apuestas. Todo consistía en financiar a los clubes con las enormes montañas de dinero que llovería de las empresas ‘ociosas’ que ya había acercado posturas. Tanto, que hasta llegaron a bautizarlo: Prode Bancado por Pronósticos Deportivos. Y luego hablan de una enfermedad llamada ludopatía. Claro que luego nada salió bien, las empresas se retiraron y la herencia ya no tenía freno.
Una idea ‘experimental’ que solo se desarrollará este curso con 30 participantes, sus respectivos desplazamientos largos y unas plantillas más amplias de lo normal. Los gastos se multiplican seriamente en las ya endeudadas arcas de los clubes argentinos. Y es que ya nadie esconde que todos ellos viven gracias a los millonarios subsidios del gobierno (partidos en avisto por televisión, no todo iba a ser negativo). Eso sí, se debe de decir que no es la primera vez que el fútbol argentino se enfrenta a un torneo de 30 o más equipos en Primera División. Entre 1967 y 1985 se creó un Campeonato Nacional, pero se disputaba por zonas y no duraba más de cuatro meses. Esto es diferente.En tiempos de corrupción, no es descabellado pensar que cada partido quedará bajo sospecha de un arreglo por millones de pesos. Quizás debamos quedarnos con su peculiaridad y dejar que la pasión (controlada, dentro de unos límites, cuerda, sin violencia) haga del espectáculo un espectáculo como tal.