Después del Primavera Sound 2013, me siento en la obligación de escribir algo sobre el concierto que la abajo firmante disfrutó como una enana. Sin duda, Phoenix no defraudó mis altas expectativas y, en compañía del Fotógrafo de Conciertos y la multitud, saltamos y bailamos al ritmo de la nueva psicodelia de los franceses.
Proyecciones visuales epilépticas, nuevo baterista y teclista, y un aparente jovencísimo Thomas Mars explotando al máximo su faceta de líder (sobre todo para las mujeres) hicieron del concierto un espectáculo inolvidable. Todo el directo fue un sube y baja de intensidad y emociones. Phoenix se dio un baño de masas en toda regla, sabiendo manejar muy bien esa delgada línea rosa que les separa del mainstream.
Abrieron con “Entertainment”, que para ser sinceros, sonó menos contundente que en su versión de estudio. Rápidamente saltaron a Wolfgang Amadeus Phoenix con “Lasso” y la gran “Lisztomania”, donde el público enloqueció ya totalmente. El vocalista entonó “Countdown” sentado entre el público con un acústico demasiado sentimental. Después vino “1901″, donde vimos a un Thomas Mars cual ídolo a hombros de los fans de primeras filas.
A continuación vinieron “Girlfriend“, “Trying to be cool”, temas más melódicos e incluso ambientales. Uno de los momentos más álgidos del concierto fue la mezcla de los temas “Bankrupt” y “Love like a Sunset”, que surgieron como un clímax previo a lo que vendría después.
En mitad del estruendo de Bankrupt, llegó una sorpresa más. 42.000 billetes diseñados por el artista Richard Prince fueron desparramados por todo el recinto. Una lluvia de papeles simbolizando la “banca rota” dejaron al público extasiado. Por supuesto, ni uno de ellos quedó en el suelo al terminar el concierto.
El setlist continuó con”Fences” y los sintes de “The Real Thing”, que supieron trasladar a “Armistice”. Un bis protagonizado por la fantástica “Rome” y “Don’t!” de su nuevo disco pusieron la guinda a un cierre redondo, con los acordes de Entertainment, tal y como lo habían empezado. Fue una pena que en ese momento de éxtasis general apareciera sobre el escenario J.Mascis, de Dinossaur Jr. porque poca gente se percató de su presencia.
Os dejo el video de cómo se cerró el concierto, con un Thomas Mars haciendo crowdsurfing (en manos del público) que revivió el espíritu adolescente de muchos de nosotros al llegar a nuestras manos.