Ya tienes tus regalos. Si has escrito una carta a los Reyes, quizás se cumplieron a algunos de tus deseos. Si te limitaste a dar pistas o indirectas a tus allegados (por ejemplo a tu novio), es posible que tu lista de deseos siga intacta. (Nota mental para el año que viene: especifica lo que te gusta para evitar otro regalo no deseado aunque bienintencionado). Y entretanto puedes aprovechar la tranquilidad que hay entre la navidad y el inicio de las rebajas para organizar tus deseos y revisar tus necesidades.
La lista de los 30 días… para shopaholics
Si tenías una lista de deseos para navidad es probable que ya hayas superado la espera de los 30 días. En caso que no lo hayas puesto por escrito, hazlo ahora. Revisa esta lista en cuando tengas un momento de calma, lejos de la tentación de las tiendas y sé honesto contigo mismo: ¿cuál de estas cosas realmente te hacen falta? ¿Cuáles estás comprando tan solo para impresionar a otras personas? ¿Qué está en tu lista porque esperas que la compra por si sola cambie tus hábitos (cursos, accesorios de deportes, …)? Puede que quieras posponer algunas de las compras o borrarlas completamente de tu lista.
La lista de la compra… para adictos a ellas
Por el otro lado también están aquellos a los que no nos gusta ir de compras. El “entra uno – sale uno” no es un reto para mi. Mi lucha personal es el “sale uno – y ahora de dónde saco lo que entra”. Si quiero algo, mi proceso de decisión funciona muy bien. Otra cosa es cuando necesito algo, ya sea porque se ha desgastado lo anterior, o porque el cambio de circunstancias hace necesario la adquisición de un nuevo objeto. Así que el nuevo piso todavía no tiene un cubo de basura decente, en mi cuarto falta una estantería, cocinamos con una sola olla y una sartén (ecológica) y no puedo utilizar el lavavajillas porque no vale la pena si solo tienes dos platos. Puede que sea pereza, indiferencia o quizás es el efecto de tener demasiadas opciones.
Así que mi tarea para esta semana es hacer una lista de la compra. Me daré una vuelta por el piso para anotar todo lo que falta. Todas estas pequeñas cosas hacen la vida más fácil y el piso más acogedor. Porque hay una gran diferencia entre ser minimalista y perezosa…
¿Eres un shopaholic o un comprofóbico?
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Imagen: Nacho Manotas / flickr
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