Del genio griego provienen muchos elementos sustentadores de civilización. Uno de ellos fue encontrar una alternativa a la escenificación de la rivalidad y la agresividad que en lugar de las armas usara el deporte. Otra la visión generalista de las cosas que muchos de sus eruditos expusieron desde lo siete sabios de Grecia pasando por Pitágoras, Heráclito, Empédocles y Parménides o Aristóteles y Platón y sus correspondientes seguidores.
En medicina la llama de la ciencia y el arte que la constituyen fue durante siglos generalista cambiando el paradigma hacia la especialización en los últimos dos siglos derivado del aumento exponencial de la ciencia y el conocimiento. A día de hoy quedan tan solo dos ramas con esta visión, la medicina interna en el ámbito hospitalario y la medicina de familia en Atención Primaria. Pero incluso en ellas hay voces que defienden la necesidad de hiperespecializarse hacia consultas monográficas o desarrollar en exclusividad líneas de trabajo específicas como cirugía menor ambulatoria, infiltraciones, ecografía en el punto de atención…
Por otro lado en el entorno de los centros de salud españoles la reforma de la Atención Primaria que tuvo lugar hace 40 años tuvo sus aciertos y sus errores, uno de los cuales fue lograr que sus médicos de familia tuvieran un gran potencial clínico y asistencial pero poca defensa contra la sobrecarga laboral en un sistema público accesible donde con el tiempo ha ido aumentando la edad de los pacientes, su complejidad y el número de consultas atendidas. La falta de inversión y de mantenimiento de la plantilla (mientras crece en el hospital y sus urgencias), la merma de efectivos (en muchos lugares insuficientes), el fracaso del modelo de equipo (“esto no es mi competencia”), la gestión que no resuelve los problemas (“lo trasladamos y te decimos”) y la falta de liderazgo (directores de centro con plenas obligaciones clínicas y ninguna autonomía) han hecho mella en muchos profesionales. Y si no fuera suficiente la tragedia también en la especialidad que pese a ser una de las más bonitas, polivalentes, atractivas y humanas sufre en estos momentos una enorme crisis de identidad con una gran pérdida de valor tanto ante los ojos de los estudiantes y residentes, que cada vez la eligen menos, como para los senior, que han perdido la ilusión o tiran adelante con la moral muy baja.
En esta situación hace años tuve la necesidad de salir de la consulta a buscar un soplo de aire fresco dada la situación de anaerobiosis del sistema. A nivel de formación las sociedades científicas y otras fuentes cumplían como podían su tarea pero allí no encontré lo que buscaba, tampoco en los Colegios de Médicos ni otras organizaciones. El azar me llevó hace catorce años a un seminario de innovación en Atención Primaria (SIAP) que tuvo lugar en una sala de Madrid que congregaba un grupo de unas cincuenta personas y que se organizaba de forma peculiar coordinados por un señor con pajarita. Se abordaba un tema monográfico que todos los participantes podían trabajar por correo electrónico en base a los dos textos que los ponentes (uno de perfil senior y otro junior) compartían unas semanas antes del encuentro. El día del seminario empezaba con la defensa de los textos seguido de un diálogo en que todos participaban. Quedé fascinado con la riqueza que había allí reunida: enfermeras, estudiantes, políticos sanitarios, gerentes de Área, directores de escuelas sanitarias, psicólogos, algún profesional extranjero, médicos de hospital y de primaria y un buen número de residentes. Pero sobre todo brillaba una llama invisible que dotaba a ese encuentro de un aura especial y que al principio no pude identificar bien. Más tarde me he ido dando cuenta de que era la llama primitiva del generalismo que unas manos han ido entregando a otras durante tantos siglos hasta llegar a este pequeño grupo gracias al impresionante tesón de sus fundadores y a la fuerza de la independencia y la multidisciplinaridad. Una llama que no saldrá en televisión ni en medios de comunicación, una pequeña luz con la misión de seguir avanzando para entender la complejidad humana y atender sus dolencias y enfermedades.
Participar en un think tank me ayudó a tomar perspectiva y retomar mi práctica clínica desde otro punto de vista. También modificó mi forma de relacionarme con el resto de los profesionales sanitarios y abrió la posibilidad de participar en proyectos con otros compañeros como AP 12 causas, el movimiento vídeos y salud, el documental Seis minutos…
A lo largo de los años he participado en varias ediciones y he seguido el resto en la distancia corta, leyendo y estudiando sus conclusiones. También me llegaban por las redes comentarios e ideas del nutrido grupo que como las olas del mar ha ido yendo y marchando con las distintas mareas y corrientes. Miguel Melguizo reflexionaba hace unas semanas sobre el futuro de esta iniciativa y dado que es uno de los patrimonios inmateriales de nuestra profesión más valiosos ya tenemos sobre la mesa un buen puñado de ideas para defenderla y mantenerla viva.
No puedo dejar de escribir un pequeño mensaje de gratitud a Mercedes Pérez Fernández y a Juan Gérvas por todo lo que han aportado a sus pacientes, a la medicina de familia y al sistema sanitario en general. Por los ánimos para seguir manteniendo la posición aunque la tormenta arrecie y las condiciones sean adversas. Por el gran regalo de intuir la posibilidad de una isla en medio de este mar de la incertidumbre que surcamos, a veces pavoroso. Por el ejemplo de vida y profesión que nos anima a los que les conocemos a crecer como seres humanos y profesionales excelentes.
Ahora nos toca a nosotros dar la cara y acarrear la llama una distancia para poder llevarla a otros. Aunque sea contra viento y marea. Si lo hacemos juntos será posible.
The Olympic Flame of Family Medicine
Many elements that sustain civilisation stem from Greek genius. One of these was the creation of an alternative to the staging of rivalry and aggression, where sport was used instead of weapons. Another was the generalist view of the world that many of their scholars presented, from the Seven Sages of Greece to Pythagoras, Heraclitus, Empedocles, Parmenides, Aristotle, Plato, and their respective followers.
In medicine, the flame of science and the art that constitutes it remained generalist for centuries, only shifting towards specialisation in the last two centuries, driven by the exponential growth of science and knowledge. Today, only two branches maintain this perspective: internal medicine within hospitals and family medicine in Primary Care. However, even within these fields, there are voices advocating for the need to hyper-specialise, whether through monographic consultations or by focusing exclusively on specific areas of work such as minor outpatient surgery, injections, or point-of-care ultrasound…
On the other hand, within the context of Spanish health centres, the Primary Care reform that took place 30 years ago had its successes and its failures. One of the latter was the creation of a system where family doctors had great clinical and care potential but little defence against the workload in a public system that has become increasingly accessible, with a growing patient population that is older, more complex, and with a higher number of consultations attended. The lack of investment and workforce maintenance (while hospitals and their emergency departments grow), the reduction of personnel (which in many places is insufficient), the failure of the team model ("this is not my responsibility"), management that does not solve problems ("we'll look into it and get back to you"), and the lack of leadership (centre directors with full clinical responsibilities but no autonomy) have all taken their toll on many professionals. And as if that were not enough, the tragedy extends to the specialty itself, which, despite being one of the most beautiful, versatile, attractive, and humane, is currently suffering a severe identity crisis with a significant loss of value in the eyes of students and residents, who are choosing it less and less, as well as among senior doctors who have lost their enthusiasm or carry on with very low morale.
In this situation, years ago, I felt the need to step out of the consultation room and seek a breath of fresh air, given the state of anaerobiosis in the system. In terms of training, scientific societies and other sources fulfilled their roles as best they could, but I did not find what I was looking for there, nor in the Medical Colleges or other organisations. By chance, fourteen years ago, I came across a seminar held in a room in Madrid that brought together a group of about fifty people, organised in a peculiar way under the coordination of a gentleman with a bow tie. The seminar focused on a monographic topic that all participants could work on via email, based on two texts shared by the speakers (one senior and one junior) a few weeks before the meeting. The seminar day began with the defence of the texts, followed by a dialogue in which everyone participated. I was fascinated by the wealth of knowledge gathered there: nurses, students, health policy-makers, Area managers, directors of health schools, psychologists, a few foreign professionals, hospital doctors, primary care doctors, and a good number of residents. But above all, an invisible flame shone brightly, giving that meeting a special aura that I initially could not quite identify. Later, I realised that it was the primitive flame of generalism that has been passed down from one set of hands to another over the centuries, reaching this small group thanks to the impressive tenacity of its founders and the strength of independence and multidisciplinarity. A flame that will not appear on television or in the media, a small light with the mission of continuing to advance in understanding human complexity and addressing its ailments and diseases.
Participating in a think tank helped me gain perspective and return to my clinical practice with a different point of view. It also changed the way I relate to other healthcare professionals and opened the door to participating in projects with other colleagues, such as "AP 12 causas," the "videos y salud" movement, and the documentary "Seis minutos"...
Over the years, I have taken part in several seminars and followed the rest closely, reading and studying their conclusions. I also received comments and ideas from the large group on social media, which, like the waves of the sea, has come and gone with different tides and currents. Miguel Melguizo reflected a few weeks ago on the future of this initiative, and since it is one of the most valuable intangible assets of our profession, we already have a good handful of ideas on the table to defend it and keep it alive.
I cannot finish without expressing a small message of gratitude to Mercedes Pérez Fernández and Juan Gérvas for all they have contributed to their patients, to family medicine, and to the healthcare system in general. For encouraging us to maintain our position even when the storm rages and conditions are adverse. For the great gift of sensing the possibility of an island in the midst of this sometimes terrifying sea of uncertainty we navigate. For the example of life and profession that inspires those of us who know them to grow as human beings and excellent professionals.
Now it is our turn to stand up and carry the flame a distance, so we can pass it on to others. Even if it’s against all odds. If we do it together, it will be possible
Página web del blog AP12Causas. Artículo del dr. Javier Padilla con foto de Juan Gérvas y un servidor.
家庭医学的奥林匹克火炬
许多文明的支柱元素都源自古希腊。其中之一是寻找一种替代方式,以体育代替武器来表现竞争与攻击性。另一个是希腊学者们所阐述的整体视野,从希腊七贤到毕达哥拉斯、赫拉克利特、恩培多克勒、巴门尼德,再到亚里士多德和柏拉图及其相应的追随者们。
在医学领域,科学与艺术的火炬几个世纪以来一直是整体性的,然而在过去两个世纪里,由于科学和知识的爆炸性增长,范式转向了专业化。时至今日,仅存的两个具有这种视野的分支是医院内的内科医学和初级护理中的家庭医学。但即便在这些领域,也有一些声音主张朝着专题诊所的方向超专业化,或专门发展某些特定的工作领域,如门诊小手术、注射治疗、即时超声诊断等。
另一方面,在西班牙的卫生中心环境中,三十年前的初级护理改革有其成功之处,也有其不足,其中之一就是使家庭医生拥有了很强的临床和护理潜力,但在一个公共可及的系统中,他们对工作过载的防御能力却很弱。随着时间的推移,患者的年龄增加、复杂性提升、接诊数量上升。投资不足和人员维持的缺失(而医院及其急诊科的人员却在增加),有效人员的减少(在许多地方人员不足),团队模式的失败(“这不是我的职责”),无法解决问题的管理(“我们会传达,再告诉你”)以及缺乏领导力(中心主任肩负着全部临床责任,却没有任何自主权)都对许多专业人士产生了影响。即使如此,悲剧还波及到家庭医学这个尽管是最美丽、最多才多艺、最具吸引力和人性化的专业之一,但目前却经历着一场巨大的身份危机,在学生和住院医生眼中,它的价值大大降低,越来越少有人选择它;而对于资深医师来说,他们失去了激情,或者只能勉强维持低落的士气。
在这种情况下,多年前我有必要走出诊室,寻找新鲜空气,因为系统已经处于缺氧状态。在培训方面,科学学会和其他来源尽力履行了他们的职责,但我并未找到我所寻求的东西,也未在医生协会或其他组织中找到。十四年前,机缘巧合带我参加了一场在马德里一个房间里举行的研讨会,聚集了约五十人,由一个打领结的先生独特地协调组织。研讨会围绕一个专题展开,所有参与者可以通过电子邮件提前几周基于两位演讲者(其中一位资深,另一位年轻)的文本进行讨论。研讨会当天从文本的辩护开始,接着是所有人参与的对话。我被那里汇聚的丰富性所吸引:护士、学生、卫生政策专家、区域经理、卫生学校的校长、心理学家、外国专家、医院医生和初级护理医生以及相当多的住院医生。但最重要的是,有一种看不见的火焰为这个会议增添了特别的氛围,最初我无法清楚地辨识。后来我逐渐意识到,这是整体主义的原始火焰,经过几百年的传递,终于来到这个小团体中,这都要归功于其创始人的巨大毅力,以及独立性和多学科性所带来的力量。这是一种不会出现在电视或媒体上的火焰,一盏小小的灯光,肩负着继续前行、理解人类复杂性并治疗其痛苦和疾病的使命。
参与智库让我从另一个角度重新审视我的临床实践。它也改变了我与其他医护人员的关系方式,并开启了与其他同事合作参与项目的可能性,如“AP 12 causas”、视频与健康运动、纪录片《六分钟》等。
这些年来,我参加了几次研讨会,并在近距离跟进了其余的会议,阅读并研究了他们的结论。通过网络,我也接收到这个充满活力的团体的评论和想法,他们像海浪一样,随着不同的潮汐和洋流来来去去。几周前,Miguel Melguizo对这一倡议的未来进行了反思,鉴于它是我们职业中最宝贵的非物质遗产之一,我们已经有了一大堆保护和维持其生命力的好主意。
我不能不写一个小小的感谢信息,献给Mercedes Pérez Fernández和Juan Gérvas,感谢他们为患者、家庭医学以及整个卫生系统所做的贡献。感谢他们在风暴肆虐、条件不利的情况下继续保持阵地的鼓励。感谢他们给予我们的巨大礼物,让我们在航行于这个有时可怕的、不确定性的海洋中,依然能感知到岛屿存在的可能性。感谢他们作为生活和职业榜样,激励我们这些认识他们的人成长为优秀的人类和专业人士。
现在轮到我们挺身而出,传递这把火炬一段距离,以便将它传递给其他人。即使逆风而行,也要坚持。如果我们共同努力,这是可以实现的。.