Sin duda los hijos únicos son los príncipes de la casa. ¿Alguien podría dudarlo?
"¿Quién ha robado mi trono?", de Gabriela Keselman, es una bonita forma de presentar la difícil situación que se le plantea a un pequeño príncipe cuando un nuevo hermano invade su reino. Antes del asalto, el "príncipe único" era el centro del universo casero: sus papás, su doncella, hasta el cocodrilo giraba alrededor de él. Incluso su maravilloso trono representaba su posición en la jerarquía, el lugar privilegiado que venía ocupando el hijo soberano. Pero un día alguien usurpa su estatus de la manera más insidiosa posible: ¡Le roba su trono! ¿Cómo reaccionará el príncipe destronado?
Muchos serán los padres que meses antes de la llegada del segundo hijo tengan dudas sobre cómo afrontar la nueva situación. Por una parte saben que hay muchas razones que deben tranquilizarlos pues para el hermano mayor llega un nuevo compañero de juego, una forma de aprender a compartir, de cuidar a un ser más indefenso... Pero queda también el miedo de los terribles celos, de no poder dedicarle el 100% del tiempo ya a ninguno, de saber repartirse. La solución a este conflicto emocional no lo puede solucionar ningún libro, pero sin duda todo padre que esté próximo a atravesar este momento sentirá un gran alivio al poder mostrar al hasta ahora príncipe único una situación en la que reconocerse.
Las ilustraciones de Anne Decis amplían el universo metafórico de esta publicación de Bruño situando pequeños soldaditos alrededor del príncipe reconociendo su clara posición social pero recordando que no deja de ser una clarificadora parábola. Los gruesos trazos bordean las siluetas salpicando los elementos de un candor infantil que se respalda por los colores vivos que identifican al príncipe. Me enamora cómo el rostro del pecoso protagonista logra mostrar las emociones en cada ilustración. Los sentimientos de enfado, rabia, sorpresa y alegría quedan perfectamente dibujados, ingrediente que busco siempre en las ilustraciones de personajes para poderle enseñar a Guisantito a reconocer las emociones. Por ahora sólo nombra "alele" (alegre), "tihte" (triste), "enadado" (enfadado), pero vamos avanzando poco a poco. En casa releeremos este libro más veces sin duda y personalmente esperamos que próximamente sea para explicarle al pequeño que pronto va a ser destronado.
------------------------------------------------
¿Quién ha robado mi trono?
Gabriela Keselman / Anne Decis
Bruño, 2013
De fondo una barba con guitarra