La mafia se sienta a la mesa (literal)

Sin duda a este restaurante teniamos que ir por una razón especial. Y esa razón era D y su taitantos cumpleaños, y como buen grupo mafioso que somos, la "famiglia"al completo alli que fuimos, a "La mafia se sienta a la mesa". Nada más entrar, la decoración nos encantó, los uniformes de los camareros eran un puntazo, ¡con tirantes incluidos!
Eramos nueve, y D que es muy vergonzoso, no quería presidir la mesa, así que todos huyeron a sentarse, cual juego de la sillita, quedándome yo en el lugar que nadie quería: el de Al Capone. Pues nada, así tengo mejor vista de los platos. Para arrancar tres ensaladas, una de queso de cabra, otra de foie y la tercera de verduras salteadas para los que ya han empezado con la #operacionbuenorra. La verdad es que estaban buenas las tres, misteriosamente (o no) se parecían a las de Taggliatella y Trastevere (misteriosamente también las tres son franquicias), y la única pega fue, que tardaron una hora en servirlas.
Para continuar, cada uno elegimos un plato, aquí nadie estaba dispuesto a compartir y no por falta de generosidad: unos por la dieta, solo comerían proteínas (y otros pasamos de pedir solomillo en un italiano), otros no querían ni ver una pizza, y yo, que soy la rara y Al Capone por una noche, se me había antojado carpaccio. La verdad es que los solomillos tenian buena pinta, y las patatas con cebolla también, pero estas últimas se quedaron en eso, en algo visual. Frias, sin sabor, y encima apelmazado, vamos dificil de digerir. Tampoco tuve mucha suerte eligiendo el carpaccio con foie, el cual parecia mantequilla: sin sabor, demasaido espeso, y con una untuosidad propia de la margarina, más que de unas laminas de foie micuit.
Menos mal que los "endings" suelen ser buenos y chocolateados, como el brownie (en homenaje a mi querido primo) con helado, BUENISIMO.
LA MAFIA SE SIENTA A LA MESA.www.lamafia.esC/Licenciado Poza, 57. Bilbao.
Una franquicia más de italianos, que ya empieza a tener casi la misma representación en restaurantes que los del grupo Mao. Pues eso, pasta con nosecuantas salsas precocinadas, ensaladas estandar, y camareros lentos. Un restaurante bonito en decoración, pero no sorprende en calidad.
La mafia se sienta a la mesa (literal)