Muy mal deben andar las cosas por el PP Madrileño para que la Lideresa prefiera acceder a que un miembro de otro partido político, teóricamente contrapuesto a su ideario, ocupe un puesto de decisión en Caja Madrid, antes de que lo haga un miembro de su propio partido político.
Es de voz populi la eterna rivalidad política que mantienen la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid y el Alcalde de la City. Tanto como la cada vez más extensa falta de luces de la primera. Esta nueva metedura de pata, lo demuestra.