Revista Cultura y Ocio

"LA MALDICIÓN DE HILL HOUSE": Series en pocas palabras

Publicado el 07 noviembre 2018 por Ocioenpocaspalabras
MALDICIÓN HILL HOUSE

Los que están acostumbrados a ver series de Netflix saben sobradamente que las producciones del gigante del streaming no suelen circunscribirse a un único género o estilo cinematográfico, sino que suelen ser una amalgama de géneros combinados con más o menos acierto. La maldición de Hill House no es una excepción, así que no nos encontramos ante una serie de terror propiamente dicha, sino ante una historia que mezcla el terror más clásico y el drama familiar más costumbrista para dar lugar a un inmenso puzle, un entramado de historias con un sorprendente desenlace.Aunque la serie toma como base el libro de 1959 La madición de Hill House de Shirley Jackson, la historia de la serie difiere bastante del material original.Al igual que todas las grandes producciones de Netflix, la serie está rodada con muy buen gusto y es técnicamente impecable, con una magnífica ambientación, una dirección artística excepcional en la que se tiene en cuenta cada detalle y un trabajo de fotografía y edición realmente dignos de elogio. Todo parece calculado al milímetro y cada elemento que vemos en pantalla tiene su significado y su importancia para la historia aunque no lo parezca en un primer momento; absolutamente nada se ha dejado en manos del azar, algo de lo que seremos conscientes a medida que avanza la trama. Sus excepcionales planos-secuencia (hay un capítulo que está rodado casi exclusivamente con esta técnica), sus delicadas y estudiadas transiciones entre las dos líneas temporales en las que transcurre la historia y su buen tiento a la hora de optar por sugerir más que por mostrar hacen de ella una de las mejores y más inteligentes series del año sin lugar a dudas.


MALDICIÓN HILL HOUSE

Sin embargo, lejos de ser perfecta, La maldición de Hill House cuenta con varios elementos negativos que la lastran en muchos momentos haciendo que el espectador pueda llegar a aburrirse y desengancharse de la historia. La narrativa es bastante lenta y, aunque en algunos momentos esto es positivo porque intensifica la incertidumbre y crea un calma tensa, en otros hace que nos aburramos porque, es imposible que todas las historias que nos cuentan nos interesen por igual. (Cada personaje cuenta con un capítulo entero dedicado a él casi en exclusiva y no todos tienen la misma duración)Por otro lado, la selección de actores no ha sido muy afortunada y lamentablemente muchos de ellos no están a la altura de lo que cabría esperar; Henry Thomas (si, el Eliott de E.T.) es muy mal actor, igual que Elizabeth Reaser. Los registros de Michiel Huisman son bastante limitados y aunque tenía buen recuerdo de Carla Guguino en otros trabajos, aquí no da la talla y no me he creído su papel en casi ningún momento.

Curiosamente son los intérpretes menos conocidos y algunos de los actores infantiles los que ofrecen un mejor trabajo interpretativo.
MALDICIÓN HILL HOUSE

En cuanto a la trama en sí misma, como decía al principio, se aleja bastante del libro en el que se basa aunque mantiene los nombres de los personajes y algunos pasajes. La serie mantiene un nivel muy alto mientras el combinado entre terror y drama es equilibrado y va de la mano. Es en los momentos en los que se vuelca hacia el drama familiar cuando más cojea y pierde gran parte de su encanto, especialmente en los dos últimos episodios, donde cabría esperar un poco más de intensidad para rematar la historia. Sí, pegaremos algunos botes en nuestro asiento, pero no será esa la tónica habitual en la serie.

En fin, nos encontramos ante una gran serie, muy recomendable, no solo para los amantes de las historias de fantasmas, sino para aquellos a los que satisfaga una historia bien trazada, que les haga pensar, que les deje intrigados y con ganas de más al final de cada capítulo y que estén dispuestos a hacer ciertas concesiones en aras de disfrutar de un buen espectáculo.


Nota: 7,5/10

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