Revista Tendencias
Érase una vez una azotea en Pamplona donde ocurren cosas maravillosas.
Allí, casi por casualidad, nació Tea y por eso esta historia se llama Tea en la Azotea.
La protagonista de nuestro cuento tiene una madre inquieta, de esas que no paran de hacer cosas en todo el día, siempre maquinando qué nuevas creaciones salen de sus manos, ya sean cojines pintados, muñecos o accesorios. La magia de Gabriela Barrio, que así se llama la madre de Tea, es que sus creaciones tienen vida propia. Ya me diréis si no es verdad.
La pintora Elena Goñi tuvo el honor de ser la primera madre adoptiva de Tea en la Azotea. Decidida como estaba a dar ese paso trascendental, acogió en su casa a esta muñeca gordita con su echarpe verde. Después de Elena, vendrían otras muchas madres, lo que le dió a Gabriela alas para seguir procreando nuevas criaturas a su antojo.
Gabriela es una licenciada en Historia del Arte que concibe la enseñanza como un camino de ida y vuelta, por el que se recibe tanto como se da. Es sencilla, apasionada, sensible. Le gusta sentirse libre y aprender. Y sentarse a mirar y dejar que lo que ve le llegue al corazón. Crear, en fin.
Una vez subida al trapecio sin red que es el mundo de la creación, Gabriela ha perdido el miedo y aspira a dar un gran salto hasta lo más alto. A través de su blog va enseñando al mundo sus piruetas. Arriesgando cada vez más. Valiente, se ha decidido a compartir con todos nosotros una imágenes muy valiosas, el taller de donde sale Tea en la Azotea.
Aquí hemos pillado a Tea lejos de su azotea en este instante. Que también tiene su momento de relax en la biblioteca.
Grandes sorpresas nos esperan. Mucha más Tea en la Azotea, ya a la venta en las tiendas de Pamplona Minx y Mequierovivir y por supuesto en su propio blog. Pájaritos, nuevos muñecos con diferentes materiales y, atentos, una colección de abalorios para primavera-verano.
Buenos días y buena suerte para Tea en la Azotea