[7/10] La manera en que una madre puede mirar a su hijo y descubrir lo que esconden las apariencias, o comprobar hasta dónde puede llegar el instinto maternal cuando el peligro acecha… son algunos de los grandes misterios del amor. Bien lo saben Elsa y Claire, que en “La marca del ángel” no logran frenar sus impulsos porque eso sería ir en contra de su esencia de madre, porque supondría renunciar a lo que da sentido a su existencia. Elsa acaba de divorciarse y lucha por la custodia de su hijo Thomas, mientras trata de salir de una depresión que sufre desde que hace años perdiera a su bebé en un incendio en el Hospital. Ahora, al ir a recoger a Thomas a una fiesta de cumpleaños con sus amigos… cree ver en la pequeña Lola un rostro familiar. Obsesiones y fantasmas del pasado se levantan entonces hasta quitarle el sueño, para dejarse llevar por la intuición y por el coraje de madre.

La historia tiene toda la fuerza e intensidad que se supone en una mujer atormentada por la pérdida, pero Safy Nebbou le imprime un toque de contención emocional… para meterse suavemente en esas dos almas que arrastran el peso de la culpa y que necesitan el oxígeno de la verdad para rehacer sus vidas. La película se estructura a modo de díptico con una invisible bisagra, de forma que la cámara se detiene al principio en Elsa para jugar con la ambigüedad de sus deseos frustrados, de su depresión reactivada y de su perspicaz intuición. No sabemos realmente lo que sucede mientras Claire –la madre de Lola– sufre el “acoso” de Elsa, para después tomar ésta el protagonismo y el espectador comenzar a vislumbrar la verdad de esas dos mujeres, tan iguales por ser madres por encima de todo. Aproximaciones encubiertas, verdades dichas a la cara y algún que otro golpe… en un proceso de depuración de responsabilidades en las que siempre existe un daño para los hijos, aunque la película decide no entrar a esa cuestión.

La dosificación de la información y el ritmo de la narración dejan un lugar para el misterio y el suspense, y también para el drama impregnado de una fría emoción –es una película francesa sin concesiones a la taquilla–, y sólo cabe objetar la inverosímil candidez inicial de Claire o un desenlace poco convincente –cabrían otros más sugestivos para el espectador–, pero al final descubrimos que se trata de una historia “inspirada en hechos reales”… y entonces todo cobra una nueva perspectiva y se acepta ese derrotero. La espléndida banda sonora acompaña cada momento intimista y crea atmósferas inquietantes, pero son sobre todo las magníficas interpretaciones de Catherine Frot y Sandrine Bonnaire las que dan altura a la película: ambas demuestran una gran facilidad para transmitir sentimientos hondos desde la contención, con rostros que aceptan los primeros planos sin dar sensación de pose ni artificio.

Una asombrosa historia de secretos inconfesados y un gran duelo interpretativo de dos memorables actrices, que hubiera ganado con una mayor dosis de humanidad y calidez pero que se ve con gusto porque el guión está escrito con corrección y los personajes están dibujados de manera matizada y gradual. Gustará a los amantes del cine francés y del thriller psicológico, a quienes prefieran un tempo intimista para adentrarse en el alma de dos madres atrapadas por la mentira y la culpa, por el amor y el dolor.
Calificación: 7/10

En las imágenes: Fotogramas de “La marca del ángel”, película distribuida en España por Sherlock Films © 2008 Diaphana Films. Todos los derechos reservados
