La Mary, pues no era para tanto

Lo malo de S es que me saca de mis casillas. Bueno en realidad me saca de mis casillas que S siga en mi cabeza, y ya ni me centro en lo que tengo que hacer, así que lo mejor es llamar a las chicas e irnos a tomar un Martini y empezar la terapia semanal! Y todo por que ayer me debí de cruzar con él, y yo, que soy un despiste con piernas, pasé de largo sin darme cuenta, así que en cuestión de una hora tenia un SMS (sí, él que va de moderno, y aun sin whatsapp en el móvil...) diciendo que me había visto, y blablablabla.
Pues nada, ahí que nos juntamos I, M, T y yo. La una que si su novio aparece y desaparece, pero "mira que majo que me ha traído un regalo y se ha pasado toda la tarde conmigo!!", la otra que si el chico con el que anda no sabe "si quiere o no quiere algo serio, pero intuyo que si, no sé, ¿¿vosotras qué creéis??"; la tercera que "yo no entiendo que si va, viene, o qué, entonces ¿¿para qué me llama??" y así andamos las cuatro, desahogándonos, cada una con su particular "S" en la cabeza y cuando ya hemos soltado lo que queríamos, pues al lio: "¿y qué te vas a poner el viernes para la fiesta!!??" 
Como habíamos quedado pronto por eso de que no me centraba, y necesitaba a mis chicas, fuimos a comer a "La Mary" un restaurante nuevo frente a la Alhóndiga, que visto desde la acera tiene muy buena pinta. Llegamos sobre la una y media, y aún no había casi nadie, así que nos atendieron rápido. Aún seguíamos metidas en nuestra conversación sobre las "veletadas" (así es como llamamos los cambios de humor/opinión/actitud de los chicos que nos vuelven locas) de los chicos cuando el camarero se nos acercó para ver si podía tomarnos nota. Al pedirle un poco más de tiempo nos lanzó una mirada que hizo que T nos preguntase a ver si el camarero tenia más prisa que nosotras. Bueno, será que no tenia el día el chico.
Al final nos decidimos por dos ensaladas, (dos de la casa, y dos de frutas exóticas, no sé que tiene de exótico una manzana y un melocotón, pero bueno), y las cuatro canelones de carne de segundo. Y cual es nuestra sorpresa cuando a M y a mi nos trae nuestros platos, y a I le ponen un señor plato de ¡LENTEJAS! (a T, ni lentejas, ni canelones, ni ná jajaja). 
-"Disculpa, te habíamos pedido cuatro platos de canelones"-"Vaya, ya podéis perdonar, ahora os lo traigo!"
Y más de quince minutos después apareció con los dos platos que faltaban. Que para ser platos que no parecían recién hechos (ni por la estética, ni por el sabor, ni siquiera por la presentación) mucho nos pareció la espera.
Cuando ya íbamos por el tercer canelón, con un silencio sepulcral, cada una mirando a su plato, les dije:
-"Oye esto no pica un poco?? Se han pasado con la pimienta!!!"
Y en pleno ataque de risa, T e I me confiesan que pensaban lo mismo, pero se lo habían callado, de ahí ese silencio tan raro entre nosotras, que nos pisamos las palabras! Y M que nos dice: 
-"Pues no es para tanto, a mi me gusta!"
Se pasaron con la pimienta. Muy mucho, a pesar de lo que M dijera, al tercer canelón, me ardía la boca, y el cuarto lo comí por no dejar un solitario canelón en el plato, pero para que llegara el punto de que a tres de nosotras nos picara de esa manera, es que habían puesto bien de pimienta!
Los postres...bueno, pues eso. Un postre. Pedimos profiteroles con nata y chocolate, bollería industrial a mi parecer, e I no protestó por su yogur, así que debía estar bueno! Lo que si notamos fue un poco de presión al final, justo cuando la cola para entrar al restaurante empezaba a invadir la acera. 
La Mary, no está mal, pero no es para tanto!
LA MARYhttp://www.lamaryrestaurant.comPlaza Arriquibar, 3. Bilbao
Por 9,95€ que cuesta el menú, la comida no está mal, es un sitio agradable, la decoración está muy cuidada, así como los platos y las presentaciones. Pero no deja de ser una franquicia, se nota el trato impersonal de los camareros, las exageradas dimensiones del local, que acaba pareciendo algo "batallero", o un comedor de colegio. Al haber tantas mesas, acaba formandose tal ruido, que a partir de las 14.30 no hay quien aguante ahí dentro.La pega es que no hacen reservas, y si no quieres aguantar colas, ve sobre la 13.30; además no cogen a grupos muy numerosos (si no recuerdo más, máximo 6 personas) Enfin, un dia agradable, y un local para salir del paso, y comer. Punto. 
Buenas vistas desde nuestra mesa.
La decoración muy cuidada, nos encantó!
La ensalada de T y mia, la de la casa.
Los famosos canelones a la pimienta! Ah no, que eran de carne!
Los profiteroles. Pues bien...