SINOPSIS: Una joven suiza, en viaje turístico por Kenia, se enamora de un muchacho masai. Es un amor súbito que la lleva a renunciar a lo que hasta entonces había sido su vida: un negocio rentable en su patria, las comodidades de un nivel alto. Rompe con todo y se queda a vivir en Kenia en condiciones miserables, en una cabaña, con la gente de una tribu masai con la que además no se puede comunicar. El relato se centra en la insólita experiencia de la joven suiza.
Hoy vengo con una novela que me he leído por y para el mes temático de novelas Landscape y exóticas de Libros que hay que leer del blog de Laky.
No me esperaba gran cosa. He leído reseñas de todo tipo, y ha sido un total descubrimiento. Pero no es que sea un novelón por su narrativa, que creo qué no lo es, es un NOVELÓN por lo que cuenta, por la crudeza que se huele, porque toda esa historia es TOTALmente verdad.
Corinne, la misma autora de la novela nos relata su viaje a Kenia con su novio, allí descubre a Lketinga, un guerrero masai. Y desde el primer momento se enamora loca y perdidamente de él. Durante el viaje, Corinne no disfruta de la hermosura de Kenia, sólo quiere volver a ver a “su masai”. Y cuando eso ocurre, se da cuenta que todo le da igual, ella quiere estar con él. Da igual su novio, da igual su empresa en Suiza, da igual todo.
Por ello, deja absolutamente TODO para estar con él. Durante los viajes que se van repitiendo entre Suiza y Kenia intenta solucionar todo lo pendiente que tiene en Suiza para quedarse para siempre en Kenia y así, poder vivir con su amado Lketinga.
La historia es muy dura y muy cruel. No he llorado, pero a veces se me ha puesto los pelos de punta al darme cuenta de lo distintos que podemos llegar a ser. No porque seamos de razas distintas: sino por la diferente cultura que los países tenemos.
Al principio, también me encandiló Lketinga, un gran guerrero, amable, simpático, tenía todo lo que podía sorprender para una “blanca”, cuando estaban juntos era extraño: ella no dominaba el inglés, y él muchísimo menos; cada uno intentaba comunicarse con el otro con el poquito inglés de ambos y con gestos, pero aun así se entendían, y se entendieron hasta que Lketinga se volvió completamente loco.
Corinne sufrió todo lo imaginable: viajes interminables, sudor y lágrimas, enfermedades, dolor, traiciones, humillaciones y perdió mucho dinero, casi todo lo que tenía en Suiza. Ella era una mujer emprendedora en Europa e incluso en Kenia se lo propuso y pudo hacerlo no sin problemas, pero intentando salir a flote de su miserable vida.
Lketinga, sin embargo, era un hombre que no sabía leer ni escribir, se había criado en la selva, y tenía una cultura distinta a la que puede tener un occidental. Pero hasta cierto momento parecía una persona que tenía una inteligencia más allá de su poblado y parecía ir todo bien, hasta que se casó. Yo ahí es donde pongo el punto y aparte en esa relación, él se volvió otra persona, mucho más celoso, más encerrado en sí mismo y ya nada le parecía bien.
Una de los momentos más crueles para mí es cuando hablan de la ablación de la mujer. El sexo para la tribu es una forma de procreación o un deseo del hombre, pero para la mujer allí está todo prohibido. Cuando se casan, la mujer tiene que ser sometida a la ablación, cuando Corinne se niega, Lketinga le comenta que no pasa nada que no ocurrirá, pero cuando los dos empiezan a hablar de la posible ablación de la hija, y Lketinga está decididamente convencido de hacerlo, se me heló la sangre. Sé que son culturas distintas, hasta ahí de acuerdo, pero no puedo dejar por alto, la indeseable sensación de humillación de las mujeres, y creo que eso es una de las peores.
La narrativa, como decía antes, es bastante sencilla. Me ha parecido un completo diario: por la forma de las frases, muchas veces cortas, y concisas. Hay momentos que la autora cuenta cosas sin importancia y repite muchas cosas, pero como os digo al ser una especie de autobiografía o diario no te lo tomas a mal, y empiezas a sentirte como si de verdad estuvieras allí.
Al final hay unas cuántas fotografías de Lketinga, su familia, Napirai y ella misma. Impresionante las casitas y la forma de vivir en la selva africana. Me ha impresionado mucho las fotos, por ello os dejo algunas de ellas en la reseña para que podáis imaginar la realidad que durante 4 años vivió Corinne.
En resumen, una novela autobiográfica llena de vivencias muy duras donde podemos diferenciar las distintas culturas, la europea y la africana. Narración sencilla y sin florituras que vemos el sufrimiento y el dolor de una mujer y una madre para poder sobrevivir en un país donde ser blanca y ser mujer no es de lo mejor que te puede pasar.