Hay cosas que es mejor tomarse con humor y FILOSOFÍA. Es eso o acabar cazando moscas y metiéndolas en bocadillo (lo sé, esto último es un pelín asqueroso, pero ha salido solo).
En la vida de toda madre hay momentos gloriosos, pero de verdad, sin ironías, y momentos gloriosos un tanto "fake", vamos que son de los que te dan ganas de volver a meterte en la cama. No, en la cama no que en seguida tengo al Rubiazo pidiendo teta. De lo que dan ganas es de independizarse. Tal cual.Cuando empecé a estudiar FILOSOFÍA allá por los tiempos de Mari Castaña, esos en los que los padres no éramos tan puñeteros ni cuestionábamos cada palabra o acto de los maestros, ni pensábamos que su única faena era inventarse maneras de traumatizar a los niños... Bueno, pues eso, que en esos tiempos en los que a los maestros aún se les brindaba la confianza del buen hacer y el beneficio de la duda, a mí me enamoró la asignatura de FILOSOFÍA (que no la profesora, mira tú por donde, pero a mi padre no se le ocurrió jamás ir a ponerSE en evidencia). Me gustaban todas esas divagaciones y disertaciones que esos señores con nombres de astronauta, lo menos, soltaban por sus boquitas y plasmaban en libros que yo luego tenía que leer y estudiar. Platón, Rouseau, Habbermas... Sólo os diré que la nota más alta de mi examen de selectividad fue la de FILOSOFÍA, y yo era de ciencias purísimas.En fin, que desde que la FILOSOFÍA entró en mi vida descubrí un maravilloso universo paralelo en el que TODO tiene cabida, en el que todo es posible, todo es cuestionable, todo existe, todo no existe, todo se transforma, todo cambia y todo se mantiene. Y en esas estoy, en convertir mi MATERNIDAD en EL MUNDO DE SOFÍA, a ver si con el símil ciertas situaciones dejan de romperme esquemas. Vamos, que he decidido (de hecho, lo hice hace ya un tiempo) que o me tomo las cosas maternales con cierto humor y muuuuucha FILOSOFÍA o que tiemblen LOS PILARES DE LA TIERRA, porque el rugido ás bravo de cualquier animal no sería nada comparado con mis decibelios infinitos.A veces, las situaciones candidatas a los PREMIOS FILOSOFÍA se dan por4. Con D de Desteñida: que es como se me quedaron 7 prendas blancas, sí 7, ni una más (gracias al cielo) ni una menos (por desgracia), después de separar la ropa para meter SÓLO LA ROPA BLANCA a lavar Y QUE UN PAÑUELO TRAIDOR en plan furtivo, y con premeditación y alevosía, se colara en el turno equivocada. Sé que no fue sin querer, sé que escuchó mis pensamientos cuando minutos antes dudé entre conservarlo o retirarlo... Pedazo de cab, porque no sólo se cargó 4 camisetas mías y una chaqueta de un blanco inmaculado, también destiñó un polo de Papi y una camiseta. Y entonces FILOSOFÍA vino y me dijo: no hay mal que por bien no venga, ya te ha ayudado a decir él solito... ¡muerte al pañuelo! Y así fue.
5. Con M de Macarronada: aunque podía ser también "Con F de Fregadero", porque efectivamente, lo que se ve en la foto es casi medio kilo de macarrones en la pila del fregadero, junto con dos tazas esperando su fregado. Y no, no he inventado ni sigo ninguna técnica de cocina moderna como estos que dicen que usan el lavavajillas para cocinar. El resultado de hervir pasta y que acabe donde no toca se llama "los dos escurridores de pasta están en proceso de lavado dentro del lavavajillas, ¡improvisemos metodologías!" o lo que es lo mismo: intentar tirar el agua de la olla con la ayuda de una pala haciendo de muro de contención. Y lo mejor es que esto ocurrió a continuación del fenómeno "destiñe"... ¡una emoción! FILOSOFÍA, siempre tan atenta, apareció en el justo momento en que empezaba a abrir la boca para gritar y, muy sabiamente, me dijo "hoy os toca día depurativo, coméis fruta o nada, los macarrones para las criaturas". Ese día me metí unos pantalones que desde hacía cuatro años no me cerraban.
6. Con N de "Nomelocreo": que, evidentemente y comprensiblemente, es lo que dije cuando vi salir a Pichu de esta guisa del cole, mientras intentaba recordar si por la mañana la había dejado con vaqueros azul oscuro o con leggins gris clarito... La historia es que, como mami maestra, soy firme defensora de que los niños salgan sucios del cole (entendedme bien), porque eso es signo de que lo han pasado bien: pintura, plastilina, arena... Y yo jamás he regañado, ni lo haré, cuando vienen "de la guerra", peeeeeeeero... Teniendo en cuenta que de ahí volábamos a por Rubiazo, y de ahí a música, sin previo paso por casa, y que yo, por primera vez, no llevaba muda de repuesto para Pichu... Pues nada, entre FILOSOFÍA y yo cogimos a Pichu por los tobillos y cual saco de patatas, la volteamos, sacudimos e intentamos disimular a base de golpe de toallitas lo obvio: mi hija es una cochina, eso sí, una cochina FELIZ, MUY FELIZ.
Ahora decidme, ¿es o no la FILOSOFÍA parte de la vida de toda madre moderna?
Por cierto, os invito a votar entre los 6 candidatos y ayudarme a elegir el ganador de esta edición de los PREMIOS FILOSOFÍA DE NOVIEMBRE.
Un abrazo,
CON M DE MAMÁ y F de FILOSOFÍA.