Un día cualquiera a las 7:40 de la mañana, durante la sesión de peluquería diaria (en la que sudo lo que no está escrito, todo sea dicho) mi hija de 6 años me dice:
-Mamá, cuando sea tía voy a hacer unas trenzas tan chulas como las tuyas…
-Ah! Muy bien, hija- Contesto cual autómata…
¡¡¡Un momento!!!
-¿Tiaaa? Y cuando, seas madre también ¿no?
-No mamá, no quiero que un bebé me destroce la barriga…Yo voy a ser tía.
Está claro que es lo que está de moda, no sufrir, no pasarlo mal…Que todo es de color de rosa. Por supuesto que le expliqué a mi hija que no siempre duele, pero aunque duela es maravilloso y compensa ser madre. ¿Pero, qué mensaje les da la sociedad a nuestros hijos? La vida no es solo disfrute…Si, que queremos que nuestros hijos sean felices, pero también que sepan manejar el fracaso, el dolor, y que lo acepten, que sepan llevarlo y ver más allá…Cómo padres no queremos verles sufrir, pero también es inevitable y enriquecedor…Al final los queremos hacer tan felices que estamos al borde de hacerlos desgraciados…Pero de eso ya hablaremos otro día
Últimamente he leído y oído que un personaje público ha escrito un libro sobre su maternidad que al parecer no está llendo como esperaba; No voy a criticarla, no: tranquilidad; Entre otras cosas, porque no lo he leído, pero a raíz de esto se ha comentado por ahí eso de que se pinta la maternidad como idílica cuando no lo es, que se pierde calidad de vida o que la gente se decide a ser madre engañada y por presión social de que ya toca...Todo depende de la escala de valores de cada cual y seguramnete, si mirásemos un poco más a nuestro alrededor no nos llevaríamos tantas sorpresas:
1. Cuando éramos pequeños, alguien hacía las cosas en casa y nos enseñaba a ser mejores personas ¿Quién no recuerda el día a día de su madre hace unos 20 o 25 años? Recogiendo la casa, haciendo comidas y cenas, planchando, quitando pañales, gestionando baños, pasando noches en vela junto a nuestra cama cuando estábamos enfermos, ayudándonos con las divisiones, ideando manualidades en un día de lluvia…Y así un millón de cosas. No recuerdo yo a mi madre saliendo o viajando sin parar durante mi infancia…Pues ahí ya tenemos una pista ¿no?
2. No sé quién te puede engañar con respecto a la maternidad, es verdad que hay gente que le va genial el embarazo, el parto, la crianza o que no cuenta lo malo… Yo creo que no lo cuentan o simplemente lo ven obvio. Cierto es tan bien que nos hipnotizan los anuncios de mamá perfecta y guapísima, recién parida, con bebé precioso, recién nacido, que no llora cuando le pones la crema (por ejemplo) después del baño: aquí si hay engaño, pero ¿esto se lo cree alguien?
3. Los hijos te hacen perder calidad de vida…Hombre de vida no, de vida social, tal y como la conocías hasta ahora, rotundamente sí, sobre todo al principio: La gente con hijos no sale igual que la gente sin hijos, y hasta el más juerguista con la hija más bendita del universo ha dejado de salir jueves, viernes y sábado…Cada uno a su nivel: de fiesta, de viaje…Cambia la cosa, bastante o mucho, depende de los churumbeles totalmente, pero sólo es una época y si tienes buenos amigos lo entenderán; y si no, es que no eran buenos amigos. Cambias copas por biberones, bares por parques de bolas, pero no lo veo yo tan grave.
4. Hay gente que espera y se cree que los hijos no le cambiaran la vida y lo suelta a los cuatro vientos…Esos sí que van engañados, pero por ellos mismos. A ver, es obvio…Vas a pasar a tener una persona dependiente de ti 100% ¿cómo no te va a cambiar la vida? Y por si fuera poco, te va a hacer sufrir porque lo querrás tanto que siempre estarás preocupado por él, incluso cuando tenga 30 años y se haya independizado, y si no lo crees pregunta a tu madre. Yo cuando alguien suelta el tópico “A mi ser padre no me va a cambiar” es que me da la risa floja.
5. El primer hijo es una revolución psicológica y física para la mujer (hablo desde mi experiencia, por eso solo nombro a la mujer) Pasas de verte como recién casada (aunque sea durante 3 años) y mona con todo a verte amorfa (nada te queda bien), pálida, ojerosa y encima sueltas fluidos por todas partes, esto es así. Estás dolorida (hablo después de dos partos naturales 100%, no quiero imaginar el postparto con cesárea…), muerta de sueño y hueles a leche materna todo el día, complejo de vaca y/o de extra de Walking Dead
¡Claro que es duro!Y aun así, es increíble y maravilloso, sí. Entonces ¿La maternidad merece la pena? Si...
Porque, a pesar de lo duro que sea, sientes y sabes que has hecho lo mejor de tu vida, solo con verlos. Y son tuyos… por muy desastre que te creas, eres padre.
Porque, todos los días te preguntas como nadie te había contado que se podía sentir tanto amor y tanto miedo (no lo voy a negar) a la vez.
Porque ellos te cambian, sí: te hacen ser mejor persona, pasas a preocuparte de cosas realmente importantes y no haces caso de tonterías, comienzas a priorizar ¡Y mucho! Porque aprendes a organizarte, a asesorar,a cocinar, a enseñar,a educar (o lo intentas), a consolar, a reír y a llorar con ellos.
Porque vuelves a ser niño, rememoras tu infancia y vives de nuevo las cosas a través de sus ojos.
Porque a pesar del cansancio, las dificultades, las malas noches, las preocupaciones, ellos son tu motor y pasan a ser tu motivación.
Porque ellos te miran como nadie lo ha hecho antes.
Porque a pesar de todo la gente repite.
Porque nuestros padres nos tuvieron a nosotros y les mereció la pena, Será por algo ¿no?
Se me ocurren miles de porqués pero sólo te diré que aproveches cada minuto de tu hijo porque ya no va a volver, así que debes vivirlo intensamente pues los días pasan lentos pero los años rápido y si estamos constantemente esperando que pasen a épocas menos “complicadas” nos perderemos lo que está pasando ahora mismo, justo delante de nuestros ojos; porque los hijos son un regalo y son un regalo temporal ya que en unos años, ellos emprenderán su propia aventura…Y nuestra misión es educarlos y criarlos para ello: para que sean unas personas integras y vivan su vida en base a unos buenos principios.
Y a tí, ¿la maternidad/patrernidad te merece la pena?
1. Cuando éramos pequeños, alguien hacía las cosas en casa y nos enseñaba a ser mejores personas ¿Quién no recuerda el día a día de su madre hace unos 20 o 25 años? Recogiendo la casa, haciendo comidas y cenas, planchando, quitando pañales, gestionando baños, pasando noches en vela junto a nuestra cama cuando estábamos enfermos, ayudándonos con las divisiones, ideando manualidades en un día de lluvia…Y así un millón de cosas. No recuerdo yo a mi madre saliendo o viajando sin parar durante mi infancia…Pues ahí ya tenemos una pista ¿no?
2. No sé quién te puede engañar con respecto a la maternidad, es verdad que hay gente que le va genial el embarazo, el parto, la crianza o que no cuenta lo malo… Yo creo que no lo cuentan o simplemente lo ven obvio. Cierto es tan bien que nos hipnotizan los anuncios de mamá perfecta y guapísima, recién parida, con bebé precioso, recién nacido, que no llora cuando le pones la crema (por ejemplo) después del baño: aquí si hay engaño, pero ¿esto se lo cree alguien?
3. Los hijos te hacen perder calidad de vida…Hombre de vida no, de vida social, tal y como la conocías hasta ahora, rotundamente sí, sobre todo al principio: La gente con hijos no sale igual que la gente sin hijos, y hasta el más juerguista con la hija más bendita del universo ha dejado de salir jueves, viernes y sábado…Cada uno a su nivel: de fiesta, de viaje…Cambia la cosa, bastante o mucho, depende de los churumbeles totalmente, pero sólo es una época y si tienes buenos amigos lo entenderán; y si no, es que no eran buenos amigos. Cambias copas por biberones, bares por parques de bolas, pero no lo veo yo tan grave.
4. Hay gente que espera y se cree que los hijos no le cambiaran la vida y lo suelta a los cuatro vientos…Esos sí que van engañados, pero por ellos mismos. A ver, es obvio…Vas a pasar a tener una persona dependiente de ti 100% ¿cómo no te va a cambiar la vida? Y por si fuera poco, te va a hacer sufrir porque lo querrás tanto que siempre estarás preocupado por él, incluso cuando tenga 30 años y se haya independizado, y si no lo crees pregunta a tu madre. Yo cuando alguien suelta el tópico “A mi ser padre no me va a cambiar” es que me da la risa floja.
5. El primer hijo es una revolución psicológica y física para la mujer (hablo desde mi experiencia, por eso solo nombro a la mujer) Pasas de verte como recién casada (aunque sea durante 3 años) y mona con todo a verte amorfa (nada te queda bien), pálida, ojerosa y encima sueltas fluidos por todas partes, esto es así. Estás dolorida (hablo después de dos partos naturales 100%, no quiero imaginar el postparto con cesárea…), muerta de sueño y hueles a leche materna todo el día, complejo de vaca y/o de extra de Walking Dead
¡Claro que es duro!Y aun así, es increíble y maravilloso, sí. Entonces ¿La maternidad merece la pena? Si...
Porque, a pesar de lo duro que sea, sientes y sabes que has hecho lo mejor de tu vida, solo con verlos. Y son tuyos… por muy desastre que te creas, eres padre.
Porque, todos los días te preguntas como nadie te había contado que se podía sentir tanto amor y tanto miedo (no lo voy a negar) a la vez.
Porque ellos te cambian, sí: te hacen ser mejor persona, pasas a preocuparte de cosas realmente importantes y no haces caso de tonterías, comienzas a priorizar ¡Y mucho! Porque aprendes a organizarte, a asesorar,a cocinar, a enseñar,a educar (o lo intentas), a consolar, a reír y a llorar con ellos.
Porque vuelves a ser niño, rememoras tu infancia y vives de nuevo las cosas a través de sus ojos.
Porque a pesar del cansancio, las dificultades, las malas noches, las preocupaciones, ellos son tu motor y pasan a ser tu motivación.
Porque ellos te miran como nadie lo ha hecho antes.
Porque a pesar de todo la gente repite.
Porque nuestros padres nos tuvieron a nosotros y les mereció la pena, Será por algo ¿no?
Se me ocurren miles de porqués pero sólo te diré que aproveches cada minuto de tu hijo porque ya no va a volver, así que debes vivirlo intensamente pues los días pasan lentos pero los años rápido y si estamos constantemente esperando que pasen a épocas menos “complicadas” nos perderemos lo que está pasando ahora mismo, justo delante de nuestros ojos; porque los hijos son un regalo y son un regalo temporal ya que en unos años, ellos emprenderán su propia aventura…Y nuestra misión es educarlos y criarlos para ello: para que sean unas personas integras y vivan su vida en base a unos buenos principios.
Y a tí, ¿la maternidad/patrernidad te merece la pena?