Revista Cultura y Ocio

La mayoría del electorado de CiU no cree en la independencia

Publicado el 20 octubre 2012 por Joaquim
La mayoría del electorado de CiU no cree en la independencia
El señor Duran i Lleida es un experto funambulista de la política. La vocación del señor Duran i Lleida ha sido desde que empezó en política el llegar a ministro de Asuntos Exteriores, presidente del Gobierno, rey o acaso Papa, siempre haciendo perfectos equilibrios en la maroma y no orinando nunca fuera de la taza del wáter. El señor Duran i Lleida jamás pone todos los huevos en la misma cesta, porque a lo largo de su ya dilatada carrera política está acostumbrado a jugar en todas las mesas, y a ganar casi siempre. El señor Duran Lleida es un nacionalista catalán, pero menos; es católico practicante, pero no demasiado; es desde luego un político español de largo recorrido, que siempre ha estado a verlas venir y nunca se ha casado con nadie aunque se ha ido a la cama con todos. El señor Duran i Lleida es campeón olímpico en el arte de nadar y guardar la ropa. Seguramente por eso hay una porción del electorado catalán, pequeña pero significativa, que le vota aunque para ello tenga que convivir en coalición política con los hijos de Pujol.
Pues bien, el señor Duran i Lleida acaba de endilgarles una verdadera ducha escocesa a sus compatriotas partidarios de la independencia de Catalunya. En la edición catalana del diario EL PAIS de ayer, 19 de octubre, dice el señor Duran i Lleida que "Los votos independentistas no bastarán a CiU para ganar las elecciones". Se refiere a las autonómicas catalanas, naturalmente, a celebrar de aquí a poco más de un mes, el 25 de noviembre. Son unas elecciones que se consideran "históricas" (histéricas, mejor, visto lo visto a una y otra orilla del Ebro), porque supuestamente en algún momento de la legislatura que abrirán se celebrará el dichoso referéndum de autodeterminación de Catalunya.
O no, si atendemos a las palabras del señor Duran i Lleida.Y es que en EL PAIS advierte el inefable político catalán de origen aragonés (es nacido en lo que los pancatalanistas llaman Franja de Ponent), de que "un 20 % de los que votaron a Artur Mas en 2010 apuestan por mantenerse como una región o una autonomía y otro 35% no iría más allá de reclamar un estado federal. Los abiertamente independentistas eran en junio (de 2012) un 38%". Es decir, que algo más de la mitad de los votantes de la derecha nacionalista catalana no estaría por la independencia de la Patria presuntamente oprimida, y algo menos del 40% la apoyarían. Malas noticias pues para los soberanistas engagés.
Recientemente sin embargo, un organismo oficial de la Generalitat de Catalunya publicó un supuesto sondeo en el que encontraba a la gran mayoria de catalanes ansiosos por convertirse en "nuevo estado de Europa": nada menos que un 75% de ellos apoyaría la celebración del referéndum. La encuesta es tan rigurosa, objetiva y científica, que un 25% de votantes del Partido Popular se declaran partidarios de la consulta. Mon Dieu! Así, luego no es extraño que el mismo llamémosle "estudio" relegue al PSC a la condición de cuarta fuerza política tras la celebración de las próximas autonómicas catalanas (ahora es la segunda, a considerable distancia de los partidos que le siguen).
De todos modos Duran i Lleida, que es hombre avezado en política y por tanto nada dado a comulgar con ruedas de molino ni siquiera cuando están fabricadas por entusiastas subordinados suyos, ha evitado cuidadosamente en todo momento referirse a ese bodrio de sondeo, pagado con el dinero de todos los ciudadanos catalanes por cierto. En vez de ello como digo, advierte públicamente a su presunto jefe de filas, el señor Artur Mas, de que de seguir adelante con el ensueño puede no hacer pie en el fondo de su propia piscina. Parece un consejo sensato. El señor Mas por su parte, ya ha comenzado hace días un enrevesado donde dije digo diré en adelante Diego o lo que se tercie, al maniobrar desde el desafiante "Catalunya Estado de Europa" al casi sumiso "Catalunya estado en España". Desde el mismo día 11 de septiembre pasado, tras la manifestación independentista, el actual president de la Generalitat Catalana comenzó a hablar de que lo que Catalunya necesita es tener "estructuras de Estado", lo cual ya mosqueó a unos cuantos independentistas acostumbrados a que CiU les deje en la estacada cada vez que les usa como espantapájaros en sus negociaciones con "Madrid". Porque es obvio que no es lo mismo ser un Estado con asiento en la Unión Europea y la ONU (o más probablemente fuera de ellas, según vayan dadas) que ser un territorio con "estructuras" estatales dentro de un Estado; de hecho, las comunidades españolas actuales tienen "estructuras de estado", en la medida de que en sus respectivos territorios gozan de competencias amplias o exclusivas en materias como educación y sanidad, por ejemplo.
En resumen, desde el nacionalismo derechista catalán comienzan a prepararse para tomar el pelo por enésima vez a nuestros sufridos independentistas. Lo que de verdad pretende CiU es ganar con mayoría absoluta las elecciones del 25 de noviembre, a fin de culminar el proceso de destrucción de servicios públicos y subsiguiente privatización de sus prestaciones, pasando por fin del Estado de Bienestar al Estado de supervivencia, que es el único estado cuya implantación les interesa realmente. ¿El referéndum independentista? Ya encontrarán la excusa para aguarlo o meterlo en el cajón, según se presenten las cosas.
En la fotografía que ilustra el post aparecen Mas y Duran Lleida, los aliados/enemigos que encabezan CiU, la coalición nacionalista de derechas catalana.

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