La mecánica del corazón de Mathias Malzieu

Estamos en Edimburgo, en una fría noche del siglo XIX. Allí nacerá Jack, hijo de una prostituta, y cuyo corazón está dañado. Para salvarlo, Madelaine, la partera a la que acudió su madre al darle a luz, le colocará un reloj de cuco, al que deberá dar cuerda durante toda su vida y que le causará un sinfín de molestias. Claro que para mantener su corazón deberá atenerse a una serie de reglas: 1) No toques las agujas. 2) Domina tu cólera. 3) No te enamores nunca, la mecánica del corazón depende de ello. Claro que Jack se enamorará pronto de Miss Acacia, una joven bailarina andaluza on un problema de vista, y recorrerá toda Europa si es preciso para llegar hasta ella y enamorarla, desobedeciéndo así las tres reglas de su corazón.
Mi valoración personal: 
Como muchos al llegar a este libro y proponérmelo para su lectura, me impactó su portada al estilo de la estética gótica que siempre acompaña a Tim Burton en sus montajes cinematográficos. El libro se vende como "un cuento para niños grandes", y francamente es cierto porque al leer las peripecias de Jack y su corazón de madera parece que estemos ante un adulto, pero lo mágico, bonito y dulce de la historia es que compartimos lectura con un muchachito adolescente, cometiendo las típicas locuras de un niño de su edad. En esto no se han equivocado los de la editorial y en los muchisimos sitios webs en que se ha reseñado la obra de Malzieu: es un cuento para todos aquellos que llevamos un niño dentro.
Los personajes son una de las mejores bazas con las que bien juega esta novela. Desde el pequeño y sensible Jack, la comadrona de su madre, Madelaine, hasta la pequeña cantante Miss Acacia, "con párpados  en forma de sombrilla y ojos de cierva elegante".  Y hasta tendríamos que destacar, como en las películas, dos cameos: el mismisimo Jack el Destripador (¡quién lo diría!) y el precursor del cine Georges Meliés (maravilloso como consejero amoroso del protagonista), que en el libro ya andaba en la creación de su Viaje a la  Luna, 1ª película en la historia del celuloide. Todos y cada uno son diferentes en caracteres, pero comparten algo: enseguida empatizas con ellos. Especialmente con Jack. Le "ves" nacer, crecer, ser pasto de las burlas y maltrato psicológico de los demás niños y excluido de la sociedad por ser un bicho raro; un niño con un corazón postizo, de sonido molesto. Lejos de darte pena acabas queriéndolo. Y nada más lejos de la realidad porque el pequeño Jack no quiere dar lástima, es muy listo y luchará por lo que realmente quiere, aún cuando le duela su corazón. Cree firmemente en el amor, ama de verdad  desde lo más hondo y con Miss Acacia cometerá locuras típicas de un jovencito; pero querrá que le quiera por cómo es, sin importar su corazón de madera. Contra eso tendrá que luchar.
¿Eres un farsante! ¡Hasta tu corazón es un artificio! !Mi único artificio verdadero es mi corazón! [...]Quiero que me quieras a mí entero.Te quiero entero.(Miss Acacia y Jack)
La génesis de la novela es también llamativa. El autor, de origen francés, la concibe incluso como una melodía, amén de que es líder de un grupo musical en Francia. La narrativa es muy ágil y con toques líricos, realmente preciosa. Esa lectura melodiosa, dulzona, grata y agradable al oído si se lee en voz alta propicia que se pase de página a página  a una velocidad brutal, llegando al final de la historia sin darse uno cuenta. Podría decirse que Malzieu maneja bastante bien el lenguaje, emplea bien las palabras y llega al lector.
La relación juvenil-romántica-amorosa-erótica (por momentos esto último) de los jóvenes protagonistas, para algunos, no parece creible. Yo digo que sí. El autor pinta a Miss Acacia como una niña arrogante y  malcriada, todo lo contrario que Jack, un muchacho bonachón, tierno y sensible. Pero puestos a pensar ¿cuántas relaciones imposibles existen, en el cine por ejemplo?. Quizá no tantas, pero a mí me vino a la cabeza la de Eduardo Manostijeras, muy posiblemente por lo timburtiano de la portada a la que antes aludía, o por la imposibilidad de Jack de no amar de verdad, un símil 100 % con Eduard. Ambos, bichos raros que nadie parece querer a excepción de unos pocos, aman muy en serio y, además,  ello nos puede dar una pista de cómo acabará Jack teniéndo en mente a Eduard. Esto hace que estemos ante una historia de amor triste y bonita a la vez.
Con este corazón postizo mi comportamiento era tan peligroso como el de un diabético que se atiborra a cruasanes con chocolate de la noche a la mañana. (Jack)

Y si seguimos hablamos del séptimo arte también pensaba mientras leía la mecánica del corazón de Jack que esta novela pega bastante en una película. Y ¡bingo! se adaptará en un film de animación en 3D. Me apunto una de palomitas cuando llegue el estreno.
La Mecánica del Corazón, en definitiva, es un bonito libro con bonita historia de amor, rápido de leer, una lectura perfecta para pasar una tarde de fin de semana. Aúna lo juvenil, lo infantil por momentos, lo romántico, lo gótico según el cristal con el que se mire, y lo erótico al final, apto para menores; chocante sí o chocante no al tener como pareja de enmorados a unos quinceañeros. Pero sin duda esta novela está dedicada a tod@s aquell@s que han visto cómo su corazón ha sido herido por un amor difícil y/o imposible. Todos (o casi) llevamos a un pequeño Jack dentro y quisimos a una Miss Acacia.
un ejemplo de las frases bonitas que pueden extraerse del libro
Datos de interés: 
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La alargada sombra del amor, también de Malzieu.
Título original: La mécanique du coeurPáginas: 174 Editorial: Reservoir BooksPuntuación: 10/10Bibliofiliómetro: