A esta altura, Boca ya es cosa seria. En realidad, ya lo era desde que comenzó el torneo. Y a cada paso que da, con cada fecha que pasa, no hace más que confirmar su candidatura al título ¿Cómo logró llegar a la punta, con 4 puntos de diferencia sobre Racing? Simple: un buen ataque, un buen mediocampo y sobre todo, solidez defensiva.
En la victoria ante Estudiantes por 1-0 le alcanzó con un excelente primer tiempo de Riquelme, también de Erviti y con un gol de Clemente Rodríguez. No mucho más que eso. El resto del tiempo se la pasó toqueteando en el medio y cuidando el fondo. No fue casualidad que a Orión prácticamente no le patearon al arco.
Y ese es el punto más fuerte que tiene este Boca. Más allá de Riquelme, más allá de Viatri o de Mouche. Lo más importante es que casi no le convierten. El arquero Xeneize tiene la valla menos vencida, con apenas 2 goles recibidos (de los cuales uno fue de Insaurralde, en contra). Para triunfar en el fútbol argentino, eso es lo que se necesita. Así también lo entendió Racing, por ejemplo, con Saja. Y casualmente –o no-, la Academia es escolta.
Pero la diferencia que sacó Boca es muy grande. Si bien faltan once fechas, cuatro puntos de distancia sobre el segundo es mucho. Cada vez más, este equipo hace acordar al Boca de Bianchi. Porque cuando mete un gol, da la sensación que se cerró el encuentro. Ojo, no es que Boca sea el Barcelona. Para nada. Boca es Boca. Y eso es lo que quieren sus hinchas. Así le fue tan bien durante la década pasada y con tan buenos resultados le está yendo ahora.
También es cierto que agarró a un Estudiantes diezmado. No solo por la ausencia de Verón, sino porque Russo tambalea en su puesto, porque tuvo que apelar a su tercer arquero en medio del partido, porque sus figuras no aparecen y sus refuerzos aún no rinden. Boca se aprovechó de todo esto y casi no lo dejó jugar.
Lo asfixió al Pincha. Somoza y Rivero se hicieron dueños de las pelotas divididas en el mediocampo y Schiavi sigue siendo el bastión del fondo. El Flaco, que era una incógnita por su reciente torneo en Newell´s (en muy bajo nivel), demostró que hay jugadores a la altura de Boca y él es uno de ellos. Estudiantes no incomodó a Orión, pero las veces que estuvo cerca, ahí estuvo Schiavi para puntear la pelota y despejar el peligro.
Dependerá de Boca, de Falcioni, de Riquelme y de tantos otros seguir por este camino. Jugando así es lógico pensar en un título, pero justamente es eso lo más difícil: la constancia. El tiempo lo dirá. Del otro lado, Russo –si es que continúa- tendrá una dura semana, como las que viene teniendo últimamente. Sorprende ver a un Estudiantes en tan bajo nivel y no parece haber salida. De todas formas, lo lógico sería que tuviera la última chance de local, ante su gente.
Boca (1): Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Juan Insaurralde, Clemente Rodríguez; Diego Rivero, Leandro Somoza, Walter Erviti (Nicolás Colazo); Juan Román Riquelme; Pablo Mouche (Nicolás Blandi) y Lucas Viatri. DT: Julio César Falcioni
Estudiantes (0): Damián Albil (Agustín Silva); Matías Sarulyte, Leandro Desábato, Germán Ré; Gabriel Mercado, Rodrigo Braña, Matías Sánchez, Facundo Coria (Gastón Fernández), Leandro Benítez (Mariano González; Mauro Fernández y Guido Carrillo. DT: Miguel Angel Russo
Goles: 26m PT, Clemente Rodríguez
Amonestados: Somoza, Viatri (Boca), Ré, Braña, Sánchez y Benítez (Estudiantes)
Expulsados: 47m ST, Matías Sánchez
Árbitro: Héctor Baldassi
Estadio: Boca Juniors