Cuando empieza el año es normal proponernos y plantearnos objetivos y metas a cubrir durante el nuevo año. ¿Contabilizamos los fracasos de esos planes? No.
Pero no solo en esas fechas… siempre estamos pensando en poner metas. Forma parte de nuestra naturaleza no estar quietos. ¡En movimiento es mejor! Pero ¿y el porcentaje de éxitos?
¿Acaso es correcta la forma en que nos planteamos las cosas?
No podemos olvidar que al mismo tiempo que planificamos una meta a donde queremos llegar, estamos sometidos a nuestras experiencias pasadas filtradas por nuestras posibilidades en función de juicios construidos sobre nuestros éxitos y fracasos pasados. Los invito a leer Distorsiones cognitivas y emociones y Yo te juzgo.
¿Cómo evitar autoboicotearse dando por sobreentendidas cosas (buenas o malas) que interfieren con nuestro plan?
Cuando nos planteamos un objetivo es muy importante la forma de hacerlo y centrarnos verdaderamente en recursos disponibles, apartando subjetividades perniciosas y limitando las indefiniciones al mínimo posible.
Debemos revisar con cuidado qué nos decimos y como nos lo decimos.
Por eso necesitamos un plan. Un protocolo que nos permita planificar sin engañarnos. Y que nos garantice que tengamos posibilidades reales de alcanzar nuestra meta y podamos medir nuestro avance hacia ella.
Si no se cumplen estos requisitos por lo menos, nuestras metas se quedan solo en una declaración de intenciones muy difícil de conseguir.
Y por eso decimos que, además, los objetivos tienen que estar determinados dentro de un Plan de Acción. Ya que mientras no tengamos un Plan de Acción nada podrá suceder.
Pero antes de hacer el Plan de Acción podemos ayudarnos a definir correctamente el objetivo utilizando el modelo SMART.
SMART, que en inglés significa inteligente, listo, astuto, se usa de forma nemotécnica para recordar qué quiere decir cada una de sus letras, en un protocolo que podemos usar para verificar si una meta está bien definida o no.
Veámoslo, deletreando SMART según el protocolo.
S - SPECIFC Específico
M - MEASURABLE Mensurable, medible
A - ACHIEVABLE Alcanzable - Realizable
R - REALISTIC Realista
T - Time bound Acotado en el tiempo
Veamoslo en detalle.
S - SPECIFC Específico
Significa que al definir el objetivo no podemos dejar sombras de dudas ni subjetividades. Debe ser detallado y estar identificado con sólo la enunciación de la declaración del mismo.
Debe ser claro sobre: qué, dónde, cuándo y cómo va a afectarnos.
M - MEASURABLE Mensurable, medible
No significa que tengamos que utilizar una balanza o un metro para alcanzar nuestro objetivo.
Medible significa que debe haber hitos definidos que nos permitan saber porqué etapa del proceso estamos.
Estos hitos nos hacen saber cuán lejos o cerca estamos de alcanzar nuestro objetivo.
También significa que están determinados qué beneficios obtendremos al alcanzar el objetivo.
Y, por sobre, nos tiene que indicar cuando el objetivo fue alcanzado.
A - ACHIEVABLE Alcanzable - Realizable
Cuando decimos que un objetivo debe ser realizable/alcanzable, nos referimos a que debe ser posible conseguirlo. No estamos hablando de utopías. "Llegar a Luna" es un objetivo especifico... pero no es alcanzable por nosotros.
R - REALISTIC Realista
Realista con los recursos con los que cuento. El significado de realista entra en conjunción con el de la letra anterior, es decir, realista significa que sea realizable con los recursos que cuento. Esto es, que sea posible alcanzarlo con los recursos disponibles. ¿Ser astronauta a los 60? No parece muy realista.
T - TIME BOUND Acotado en el tiempo
Un objetivo SMART debe estar acotado por un marco temporal. Debe tener una fecha de inicio y una de finalización.
Supongamos un ejemplo:
mi meta es recorrer sudamérica en bicicleta.
Es un objetivo pero, entre otras cosas, no cumple el protocolo SMART dado que no lo estoy acotando en el tiempo.
Podría acotarlo en el tiempo diciendo: mi meta es recorrer sudamérica en bicicleta entre junio y diciembre. pero no debo olvidar de verificar si esto es realizable con los recursos que cuento o si el plazo temporal elegido es realista respecto a los kilómetros a recorrer diariamente, etc. etc.
Así que ya sabes,
- Define un objetivo,
- moldearlo según el protocolo SMART haciéndote preguntas sobre cada una de las letras SMART.
- Vuelve a verificar que cumple con cada una de las especificaciones SMART.
- Prepara un Plan de Acción para cumplir con cada uno de los hitos.
- ¡En marcha!
¡Un momento!
Por ejemplo:
mi objetivo es conseguir unos ingresos mensuales de 10 euros.
Puede ser un objetivo válido, realista y alcanzable..., pero no es muy motivador que digamos.
Bueno, una meta debe cumplir con el protocolo SMART pero también ser lo suficientemente ambiciosa como para que podamos volcar toda nuestra emoción en alcanzarla. Tiene que motivarnos.
¡No te olvides nunca que somos emoción!
Ahora sí… ¿A qué esperas? ¡En marcha!
Seguimos en contacto.
Etiqueta: Desarrollo PersonalCoaching