He tratado de contarte las claves de GTD casi sin mencionarlo. Con un poco de pudor. Casi “por la puerta de atrás”: “Hábitos para estar en todo“/ “El hábito de descartar“/ “Hábitos para preparar una buena digestión… de tus asuntos“/”Cómo planificar en tiempos líquidos“/ “Hacer o no hacer: esa es la cuestión“/”Una vuelta más a tu planificación anual“
La razón que me lleva a simplificar – a veces quizás en exceso- es que hay debate sobre si es fácil o difícil de aplicar. Y a mi me parece que es más difícil si no tienes a alguien que te ayude, ya que además de revisar y modificar tus hábitos, por tu propia cuenta tendrás que seleccionar buenos recursos, ser autodidacta y dedicar tiempo a encontrar las claves que más te afectan a tí.
Por esto, y en clave de facilitar (que es a lo que yo me dedico) te voy a mostrar ahora un “diagrama de flujo de trabajo”. Es una especie de autopista que te conduce a una organización óptima de tus asuntos y fácilmente podrías releer todos los posts que he mencionado arriba pasándolos por este diagrama que me enseñó el otro día mi amiga Aje Arruti:
Cuando analizo este nuevo diagrama, mi conclusión es que “no hay nada nuevo bajo el sol”… de GTD. Tan solo estéticas que lo pueden hacer más digerible. Quizás ya sea suficiente con eso… o tal vez mis colegas expertos en GTD puedan encontrarle otros valores que yo no he visto