La Mejoría de la Muerte

Tengo que confesar que el tema de la muerte siempre me ha apasionado. Todos vamos a tener la posibilidad de estar en el “Terminal de Buses”, con la diferencia es que no sabemos hacia dónde vamos a partir. Algunos pocos se irán al cielo, la gran mayoría al infierno, otros al estómago de los gusanos o a volar como cenizas en el viento.

Ya sea cualquiera de las posibilidades, hay algo que siempre me llamó la atención. La “Mejoría Antes de la Muerte” es un tema poco abordado por la ciencia (también se conocen casos en animales) y se da, principalmente, en personas de la tercera edad o de enfermedades crónicas graves, en las que por lo general hay agonía o decaimiento severo. Pero, ¿por qué una persona que va a morir se “mejora”?. Tal como lo hago con todos los temas que escribo en mi blog, siempre hago un proceso de investigación, que aunque comienza por internet (a veces no hay mucho resultado), termina casi siempre en escuchar a las personas y a sus propias experiencias. No sé si les ha pasado que a veces pelean o se llevan mal con una persona y, justo antes de alejarse de ella, se terminan llevando muy bien. Es parecido con lo que pasa con la muerte. He escuchado casos de personas que no caminaban, pero lo hicieron los últimos momentos, otras que no hablaban, no reían, lo hacían, como si se tratara de un milagro bíblico. Hay un término que siempre escucho: “Descansa en Paz”. Fue ayer en la noche, que junto a mi pareja estábamos viendo (yo desde la mitad) una película de la que había escuchado hablar, llamada “12 Años de Esclavitud”. Junto con recomendarla, la encontré muy fuerte, en especial cómo retrata el dolor humano. En una de las escenas, un personaje le pide a su amigo que por favor le ayude a quitarse la vida. Le ofrece 2 métodos como razón de terminar con el sufrimiento de la esclavitud y las interminables violaciones y torturas de su amo. Obviamente su amigo se niega, pero las escenas de más tarde y ese umbral máximo de sufrimiento me hicieron pensar que a veces el dolor también tiene un final. Tal como mi compañera de trabajo (Daniela) me dijo hace unos días, cuando un primo de su papá falleció de cáncer, el dolor es tan fuerte (umbral, tope) que pasa a bloquearse y la persona por fin puede descansar. Independiente de la religión que uno tenga, Angelo (compañero de trabajo) me dijo que las personas antes de morir quieren despedirse de sus seres queridos aliviando también su dolor. Hay un “Velo de la Muerte”, que por lo general, se da antes de que las personas lleguen a su final. Una especie de tela rodea los ojos y los labios cambian de color. Desde que escuché que estudios científicos habían logrado reproducir en ratas (como experimento) lo que en muchas personas que están al borde de la muerte se ve como una luz, un viaje, Jesús, un túnel, reencuentro con familiares fallecidos, se debe más a una sobre excitación del cerebro, que de alguna manera presiente los últimos momentos. Un dolor de muelas, de oído, golpearse un dedo, de seguro no son nada con el dolor de un enfermo terminal de cáncer. Sé también que el cerebro (en pleno siglo XXI aún sin explorar completamente) es capaz de bloquear el dolor extremo para asegurar la supervivencia, pero cuando ya ve que no hay amenaza, lo libera nuevamente. Quiéralo o no, la “Mejoría de la Muerte” da falsas esperanzas. Conocí también un caso (Elena) en el que la madre de mi amiga no sabía que tenía Cáncer Maligno. Como una alternativa a solucionar el problema, una Medium ofreció que le pagaran los pasajes para viajar a Concepción a ver a la persona enferma. Le hizo una sesión de “espiritismo” u operación, con lo que la salud de la persona mejoró notablemente, pero eso no evitó el camino ya recorrido por el cáncer. Pareciera ser que la mejoría siempre tiene algo psicológico y de ahí tal vez la famosa “Marihuana Medicinal”. Alguna vez escribí en una columna anterior (las columnas relacionadas al tema van al final como temas sugeridos), que quizás la muerte tiene también mucho de instinto, que es la misma información con la que los seres vivos nacen, listos para caminar, tomar pecho, reaccionar ante los peligros, cerrar los ojos, etc. Toda esa información ya viene “aprendida”, aún antes de nacer. La muerte, como un proceso muy importante en todo el proceso biológico, también puede venir con información ya aprendida, de manera de ejecutarse ante ciertos factores. Más allá de lo espiritual, somos personas biológicas, creyentes a nuestra manera y cuando nos conviene. A pesar de todo, somos los menos misericordiosos, palabra muy poco utilizada en estos tiempos. No me gusta cerrar un tema sin una respuesta, pero ya que todos tenemos el pasaje de ida y vuelta, falta solamente confirmar el momento. La muerte “instantánea” a veces es eso, sin olvidar que el cerebro y las reacciones nerviosas viajan a 300 kilómetros por hora. Además, junto con agradecer sus colaboraciones, experiencias, recuerdos, a todos y cada uno de ustedes, los invito también a comentar en esta misma columna. Harry Houdini, antes de morir, estableció un código de claves, para que después de la muerte, pudiera resolver este gran enigma (sin caer en los falsos mediums). Su esposa nunca recibió una señal.