Aficionados de toda España han celebrado un encuentro en Sevilla para poner en marcha un proyecto denominado 'La Mesa del Aficionado', encaminado a proteger y fomentar "el patrimonio asociativo" de los aficionados a los toros, declaró a EFE Diego Martínez, presidente de UTAA-Sevilla, convocante de la reunión.
"La convocatoria ha sido un éxito, por la asistencia y por las conclusiones a las que se llegaron en las siete mesas de trabajo establecidas para activar y analizar, con planteamientos muy concretos y perfectamente argumentados, y desde una unión sin fisuras, los problemas reales de la 'Fiesta'", dijo el presidente de la Unión Taurina de Abonados y Aficionados (UTAA) de Sevilla.
Con la constitución de La Mesa del Aficionado, añadió, se actuará "como grupo de influencia o presión en cualquier tipo de actividad tanto de la Administración como del entramado taurino en menoscabo de la Fiesta". Y se pretende crear "una página web que sirva de nexo de unión y participación de los aficionados".
Se acordó "la exigencia de incluir en los pliegos de contratación de cosos públicos un apartado que especifique que las reses a lidiar pertenecerán a la variedad de encastes existentes y en al menos un 30 por ciento de los festejos serán de encastes minoritarios o en peligro de extinción", dijo el presidente de UTAA.
Al hilo de lo anterior se pide también que "los toreros del grupo especial, para renovar cada temporada su derecho a pertenecer a dicho grupo, hayan toreado un mínimo del 30 por ciento de esos encastes minoritarios o en peligro de extinción durante la temporada anterior y en territorio español".
Otra reivindicación es el "cumplimiento riguroso de los análisis de astas y vísceras de los toros", dándose cuenta de que "el positivo de los mismos conlleve la suspensión para lidiar del hierro titular durante un periodo de dos años, en plazas de igual o superior categoría".
Piden asimismo los aficionados "difusión a todos los niveles y en especial en los colegios del toro en su hábitat, incluyendo charlas de sensibilización, visitas a museos taurinos, plazas de toros y ganaderías".
En lo que respecta al torero como protagonista de la "fiesta", demandan los aficionados "la recuperación de una lidia completa y plena de emoción, arte y riesgo", para lo que vuelven a situar en lugar preferente de sus aspiraciones "el toro verdaderamente encastado".
Del empresario taurino dicen que "sólo ve al aficionado como mantenedor del espectáculo, utilizándolo para sus intereses y prestigio. Nos necesita -apunta Martínez- pero le molestan nuestras opiniones, ya que difícilmente nos puede engañar. Hace falta cambiar esa estrategia empresarial, pues es el único del mundo que elabora su producto sin tener en cuenta la opinión de su cliente".
En los aspectos que conciernen a la participación directa de la Administración, sobresale la aspiración de que "los toros como patrimonio cultural encuentren su ubicación adecuada en el Ministerio de Cultura, y mediante la creación de un organismo con dedicación exclusiva".
Critican igualmente la atención "insuficiente" de algunos medios de comunicación públicos y privados a la tauromaquia, haciendo hincapié en la ausencia de retransmisiones de corridas de toros en TVE.
Y finalmente advierten que ejercerán "las presiones legales de todo punto contra los que derriban la 'fiesta', especialmente sobre los partidos políticos impulsores de iniciativas como las últimas decisiones del parlamento catalán o ayuntamientos de localidades que atacan la libertad de quienes queremos conservar este patrimonio cultural de siglos como es la tauromaquia".
La representación de los que suscriben estas conclusiones abarca prácticamente a toda España, desde Madrid a la misma Sevilla, pasando por localidades de esta provincia como Gerena, Dos Hermanas y Utrera; también capitales como Zaragoza, Valencia, Málaga, Burgos, Teruel, Granada, Córdoba, Logroño y San Sebastián; ciudades de acentuada tradición taurina como Algeciras y Cartagena; y poblaciones con la misma inquietud como Cieza (Murcia) y Alcoy (Alicante).