La miel de abeja es un líquido dulce producido por las abejas a partir del néctar de las flores que elaboran por un proceso de regurgitación y evaporación.
La miel tiene altos niveles de monosacáridos: fructosa y glucosa, lo que le da su sabor dulce. Minerales y agua conforman el resto de su composición.
La miel también tiene propiedades antisépticas y antibacterianas. En la ciencia moderna, hemos logrado encontrar aplicaciones útiles de la miel, como en el tratamiento de heridas crónicas.
Sin embargo, cabe señalar que muchas declaraciones de propiedades saludables de la miel todavía requieren estudios científicos más rigurosos para confirmarlos.
Historia de la miel
La miel se ha consumido durante miles de años por sus supuestos beneficios para la salud.
Hace más de cuatro mil años, la miel se utilizaba en la medicina ayurveda tradicional, donde se cree que es eficaz en el tratamiento de los desequilibrios materiales del cuerpo.
En tiempos de los egipcios, la miel se usaba tópicamente para tratar heridas.
Muchos de los compuestos medicinales egipcios, hace más de cinco milenios, utilizaban miel.
Los posibles beneficios para la salud del consumo de la miel se han documentado desde los tiempos de los griegos, los romanos y en los textos islámicos y las cualidades curativas de la miel fueron mencionadas ya por los filósofos y científicos camino de la antigüedad, como Aristóteles (384-322 aC ) y Aristóxeno (320 aC).
Los antiguos griegos creían que la miel que consumían podía ayudar a hacerles vivir más tiempo.
Propiedades de la miel
La miel se compone de glucosa, fructosa, y minerales tales como hierro. También contiene calcio, fosfato, cloruro de sodio, potasio y magnesio.
El nivel de pH ligeramente ácido de la miel (entre 3,2 y 4,5) es lo que ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias, mientras que sus componentes antioxidantes eliminan radicales libres.
Las propiedades físicas de la miel varían dependiendo de la flora específica que se utilizó para producir la misma, así como su contenido de agua.
Beneficios para la salud de la miel
Además de su uso habitual para las molestias de garganta y la tos irritativa, la miel puede ser útil en otros problemas de salud, como:
Tratamiento del reflujo ácido gastroesofágico
Gastroenteritis infantil (como sustituta del azúcar)
Curación de heridas y quemaduras
(Sin embargo, cabe destacar que hay una falta de evidencia para apoyar plenamente esta afirmación. De hecho, un estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases concluyó que la aplicación de la miel para las heridas de los pacientes no tuvo ventaja sobre los antibióticos en los pacientes sometidos a diálisis.
Tratamiento de las alergias
Existen algunas investigaciones que sugieren que la miel puede ser útil para minimizar las alergias estacionales.
La lucha contra las infecciones
En 2010, los científicos del Centro Médico Académico de la Universidad de Amsterdam informaron en FASEB Journal que la capacidad de la miel para matar las bacterias se encuentra en una proteína llamada defensina.
Un estudio publicado en la revista Microbiology reveló que la miel de Manuka es eficaz en el tratamiento de infecciones en heridas crónicas y puede incluso impedir que se desarrollen en el primer lugar.
El Dr. Rowena Jenkins y sus colegas, de la Universidad de Wales Institute, informaron que la miel de Manuka mata las bacterias mediante la destrucción de las proteínas bacterianas clave.
La miel de Manuka podría incluso ayudar a revertir la resistencia bacteriana a los antibióticos, según un estudio presentado en la Sociedad para la Conferencia de Primavera de Microbiología General en Harrogate, Reino Unido.
Un estudio encontró que la miel de Manuka puede prevenir la dermatitis inducida por radiación en pacientes con cáncer de mama.
Muy importante
Tanto la miel de caña, como la de abeja, pueden contener esporas de Clostridium botulinum, una bacteria que produce una neurotoxina en el intestino, aún inmaduro, del lactante. Incluso una pequeña cantidad puede ser muy peligrosa.
Por este motivo no se debe dar a los niños menores de 1 año miel de abeja ni de caña, ni alimentos endulzados con ellas.