Revista Arte

La mirada de Lewis Carroll

Por Sandra037

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

Lewis Carroll fue creador de unos símbolos de la infancia, ya que escribió el cuento de 'Alicia en el País de las Maravillas', pero además fue un gran fotógrafo. Aún hoy día su fotografía sigue influyendo.
Tuvo en general una vida curiosa, fue ordenado diácono de la Iglesia Anglicana, fue profesor de matemáticas en Oxford y padeció de insomnio (pasaba noches enteras despierto, con arduos problemas de matemáticas dando vueltas en su cabeza).
En 1861 fue ordenado diácono de la Iglesia de Inglaterra, su tartamudez y sus dudas doctrinales fueron obstáculos que le impidieron entrar al sacerdocio, aunque no los únicos. Su profesión de matemático le gustaba, y se resistía  a someterse a ciertas reglas impuestas por las costumbres que ordenaban los sacerdotes. Quizás por su carácter tímido, le gustaba la compañía de niñas y niños para los cuales, escribió miles de cartas, hacía juegos e inventos, y les contaba cuentos. 
En cuanto a su fotografía, que es lo que más me interesa,  casi todos sus retratos fueron de niñas que posaron para él con diversos disfraces y, en ocasiones, desnudas. Se supone que Lewis destruyó o devolvió a las familias las fotografías de desnudos, se creían cómo perdidas, pero se han encontrado seis fotografías de desnudos, de las cuales cuatro se han publicado, y dos apenas se conocen. 
Así mismo, realizó retratos de adultos, actrices y poetas.  

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

La niña que más veces le sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin, hija del deán de la catedral de Winchester, a la que fotografió unas cincuenta veces desde que tenía cuatro años hasta que cumplió 16. Intentó fotografiarla en traje de baño, pero no se le permitió; las fotografías y esbozos de desnudos que realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas, pero tampoco se puede asegurar. 
Otra niña que le servía como modelo,  fue Alice Liddel, su musa, para la que escribió 'Alicia en el país de las maravillas'. Era imaginativo y con una inmensa capacidad de juego, Carroll era muy timido como ya dije al principio, por lo que daba rienda suelta a su imaginación en estos juegos que acababan en retratos donde las modelos adoptan muchas veces actitudes impropias de su edad.
Sobre sus tendencias sexuales y su relación con Alice Liddel o con Alexandra Kitchin, todo lo que se puede decir son especulaciones, ya que no existe ninguna prueba de ello. Algunos apuntan a que en las desaparecidas páginas del diario de Carroll, hablaba sobre su atracción sexual por las niñas, pero de nuevo, son solo especulaciones.
                                           
                                             Fotografías:

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

Alice Liddel, una fotografía increíble, en la que la niña se muestra enfadada, después de las rabietas que Carroll supuestamente le hacía. Es una imagen con inocencia  y niñez, algo que más tarde se va a perder.
LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

Aqui otra imagen de Alice, en la que vemos posando con ropa de mendiga, ya que a Carroll le gustaba vestirlas con ropa de este tipo y, en general, disfrazarlas.

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

En este caso, es Alexandra Kitchin, otra niña a la que fotografió muchísimas veces, pero ya en ella vemos algo distinto. Ya ese aspecto de inocencia, de niñez lo ha perdido, en vez de una niña parece una adulta. 
LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

En mi opinión, es una fotografía fría, dura, la niña apoya el violín en la pared, está totalmente rígida, seria, con esa mirada arrogante que he mencionado anteriormente. No parece que es una niña, parece una mujer, antes con la fotografía de Alice Liddel, era el fotógrafo el que buscaba a la niña, a la imagen; ahora es la niña la que busca la mirada de él.
LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

Esta imagen parece más un fantasma, que una propia niña, vemos esa mirada arrogante, fría, la coloca en un escenario y la viste, incluso me atrevo a decir, que da miedo. 
LA MIRADA DE LEWIS CARROLL.

Esto es todo, espero que os haya impresionado la fotografía de Lewis Carroll, en cierto modo es todo un enigma; pero dejó la fotografía por los familiares de las niñas, ya que decían que veían sus malas intenciones, algo que no se puede corroborar.Si se puede decir que fue un gran fotógrafo  y un gran escritor. Saludos y hasta pronto.


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LOS COMENTARIOS (1)

Por   Yonblo
publicado el 22 octubre a las 19:20
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Desconocía esta faceta de Carroll. Interesante y para ser de esa época opino que son fotografías "enormes". Parece como si él, hubiera tenido una infancia aburrida. No sé, a lo mejor es una frivolidad mía.

Por  Mario Pais
publicado el 05 abril a las 19:38

Otro si digo, informate sobre la época, verás que Cameron, Shouthey, Rejlander y todos los victorianos fotografiaban niñas desnudas, percibidas en la época como simbolo de pureza. No hay tal cosa como oposición de los familiares en el caso Carroll. Si hay una dusosa ruptura, que bién pudo ser originada por diferencias administrativas en la abadía o como también se habló en la época, de las sospechas de que la asiduidad de Caroll se originaba en la esposa del deán Liddell (posible homosexual). ëpoca divertida esa (virtudes públicas, vicios privados).

Por  Mario Pais
publicado el 05 abril a las 19:24

Sos muy imaginativo. En la época de Dodgson las fotografías requerían una exposición superior a los veinte segundos, por lo que se tomaban precauciones como las que observás: apoyos, descansos, en ocasiones muebles o el sostén en otras personas, en los casos de chiquitos, si buscás, Google mediante, encontrarás fotos de niños en las que se adivinan las madres ocultas bajo paños.

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