Un enamoramiento patológico constituye el rito esencial En La mitad de un monstruo, la cuarta novela de Alberto Ávila Salazar, el mito literario contenido, procedente de La Divina Comedia, se recompone como ciencia-ficción: el punto de partida es el famoso episodio de Paolo y Francesca, dos amantes condenados en el segundo círculo del infierno por su lujuria; Dante los trata con indudable simpatía y ambos vuelan unidos en un abrazo. Muchos artistas y escritores se han interesado por los adúlteros: Rodin, Tchaikovsky, D'Anunzio, Crowley... La obra como otras de Ávila habla de la pasión: en ella un enamoramiento más o menos patológico constituye el rito esencial; si volvemos la vista atrás a Todo lo que se ve (IX Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid ) percibimos que en este caso ha intentado ir más allá recorriendo las estrías de una pasión devoradora y urgente.
«mis novelas giran en torno a personajes femeninos, con los que me identifico»
La mitad de un monstruo del andrógino platónico escindido y sus cadencias de atracción repulsión, aquello que los humanos llamamos “amor”. Todas mis novelas giran en torno a personajes femeninos, me comentó en privado el autor, con los que me identifico. En este caso, el personaje de Francisca creo que impregna de una manera más poderosa la obra. En un primer término es una aparición, un enigma, pero después nos introducimos en ella, en su mente. Los elementos metanarrativos presentes en Todo lo que se ve y en Iluminada están prácticamente ausentes en esta ultima obra. La mitad de un monstruo es demasiado respetuosa con la tradición clásica como para considerarla una mera apropiación de corte posmoderno: uso a Dante como una pista de despegue, no lo cuestiono. Ávila lleva a sus amantes a un infierno de ciencia ficción: un Madrid contaminado, radiactivo y extraño; alienante y fácilmente reconocible a la vez. Creo que todos hemos sentido alguna vez que Madrid es una ciudad tóxica habitada por almas en pena. La novela está indudablemente plagada de subtextos y de referencias a autores considerados posmodernos como puedan ser: Calvino, Philip K. Dick o Ballard. Esta novela no sería la misma sin el acompañamiento de unas excelentes ilustraciones anónimas que amplifican con su estética la inquietud del lector, además la edición de Materia Oscuraestá más que cuidada. Alberto Ávila es autor también de Lo que dicen los dioses(Versátil Ediciones. Barcelona, 2015), Iluminada (Eolas Ediciones. León, 2016) y del poemario El color y la forma(Sediento).
Materia Oscura, 2017Compra en Casa del Libro Frank G. Rubio