Revista Insólito

La molienda

Publicado el 31 diciembre 2018 por Monpalentina @FFroi
La molienda
El trigo que se producía había que  entregarlo al Servicio Nacional que lo almacenaba en esos grandes silos que  se encontraban en los pueblos importantes de Tierra de Campos. La fábrica hacia el pan  para los mineros, fundamentalmente, pues en los años cincuenta cada casa tenia su hornera. Además, los del pueblo no tenían dinero para poder pagar el pan o era mas barato  producir el trigo y  hacerlo en el horno. Había en San Salvador dos panaderías, una a cada lado del puente. Pero la Fábrica era la más conocida por todos,  no sólo porque  sus propietarios Pepe y Benito eran dos de los ricos de la zona que tenían  minas en Redondo, sino porque cada mes de septiembre había que declarar allí el trigo cosechado. Una vez  comprobado se les devolvía para el consumo familiar. Los vecinos de Redondo iban a molerlo donde el “Tío Paquito” (Francisco González), en Santa María, para evitar así la multa o que se lo confiscaran los de la Guardia Civil.  José  y  Benito fueron secuestrados por los maquis en dos ocasiones, una vez cada uno   Benito perdió parte de una oreja  en el secuestro.
Algunos recuerdan la hilera de carros esperando su turno ante las puertas de la fábrica. Los de Polentinos bajaban con sus burros cargados por el monte. Venía gente de San Cebrián, de Vergaño, de Herreruela… de todos los puntos. Había que madrugar y volver de noche. Para ayudar en el regreso, cuando los carros iban muy cargados, los familiares acudían con la “cuarta”, que era una segunda pareja de vacas que se enganchaba a la que venía uncida. Algunos llevaban  el trigo para que en la maquinaria de la fábrica se lo limpiaran  de  tierra y  restos de paja.  Otros recuerdan las cartillas, donde se iba anotando el consumo o, “la maquila”…  Aquellas personas que cultivaban trigo, lo entregaban al Servicio Nacional de dicho cereal, determinando su peso y, a cambio, recibían un documento -maquila- por el que podían retirar en cualquier sitio de España el número de kilos de harina correspondiente, hecho ya pan.
La molienda
Las imágenes datan de la primera y segunda década del siglo XX, del periodo 1905-1918, y a través de ellas podemos recrear la dureza del invierno, las tradiciones, las vestimentas, los antiguos edificios… Se trata de imágenes estereoscópicas, realizadas con una cámara de dos objetivos.  Froilán de Lózar, Primeras imágenes de Pernía, Editorial Aruz, Julio de 2010. 


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