EXpronceda, la primera moneda social de Extremadura
Ambas monedas surgen en territorios limitados, ya sea local, regional o comunitario, con el objetivo de promover el comercio en la misma localidad, región o comunidad. Se pueden crear en formato digital o de forma física y además permiten diversos métodos de pago: a través de Internet, vía telefónica… El economista belga Bernard Lietaer, uno de los impulsores del sistema del Euro describe estas monedas sociales como: “Un acuerdo dentro de una comunidad de usar algo como medio de intercambio”.En un principio podría parecer algo utópico, algo de lo que desconfiar, no obstante, estas monedas existen a nivel mundial. Donde más se han popularizado ha sido en Sudamérica y en Japón, no obstante solo en España se han registrado hasta 70 tipos de monedas sociales: en Sevilla, Almendralejo, Galicia, Cataluña… La verdad es que solo hace falta echar un vistazo en Internet a este concepto para entender todo sobre él y para conocer todas las iniciativas que se están llevando a cabo.Realmente lo más importante de esta iniciativa es la capacidad para fomentar la economía local y mejorar las relaciones sociales a la vez que se crea un sentimiento de colaboración y de participación entre los ciudadanos de un lugar. Un lugar que puede ser nuestra misma ciudad. Aunque haya dificultades como la de encontrar comercios que se adhieran, está claro que si se favorece el uso de esta moneda y se transmiten bien sus beneficios, la acción de implantación puede ser una medida muy favorecedora, especialmente para los comercios más pequeños, los más locales, que no dejan de ser los que más cercanía y calidad aportan. Aquellos que son más delicados ante situaciones de crisis pero también los más necesarios o valiosos para preservar la maravillosa personalidad y riqueza de nuestra localidad.Hablamos de favorecer una de las actividades más importantes y que más vida aportan a una ciudad: el comercio y hablamos de beneficiar y priorizar las pequeñas panaderías, la carnicería de nuestros familiares, la joyería de al lado de nuestra casa, la tienda de ropa donde vende nuestra modista, el bar de todos los domingos, el taller de nuestro mejor amigo… Todo ello con una moneda única, de un valor exclusivo, no solo económico sino también social. Hablamos de defender historia y cultura. Hablamos de apreciar lo que vale más, que es lo que hemos creado nosotros. Hablamos de defender lo que es nuestro.