Revista Cultura y Ocio
Entre los otros actos de perversa maldad que han ennegrecido indeleblemente y para siempre el nombre de Cambises, se casó con dos de sus propias hermanas, y trajo a uno de ellos con él a Egipto como su esposa. Los instintos naturales de todos los hombres, excepto aquellos cuya vida temprana ha sido entregada a los hábitos de vicio más desvergonzados y disolutos, son suficientes para protegerlos de crímenes como estos. LEER MÁS »