Aunque las versiones online de diarios nacionales y extranjeros la anunciaron en el transcurso del fin de semana, la muerte de James Garner sorprende a los argentinos que recién esta mañana retomamos contacto con la realidad mediática (o mediatizada). Indiferente al repaso filmográfico que proponen las distintas coberturas necrológicas, la memoria de quien suscribe evoca el recuerdo de una sola película cuyos datos conducen al hallazgo de una coincidencia digna del repudio de la Tana Ferro, pero conmovedora para quienes seguimos creyendo -como los primeros espectadores de los documentales de los hermanos Lumière- que el cine es cosa de Mandinga.
La secuencia cronológica es más o menos la siguiente… Anoticiamiento (con perdón del neologismo) del deceso de Garner; recuerdo de la inolvidable Maverick que el actor fallecido coprotagonizó con Mel Gibson y Jodie Foster; verificación de algunos datos técnicos antes de redactar el debido homenaje.
La sorpresa se encuentra a un clic del ingreso a IMDb, en la fecha del desembarco del film en la cartelera porteña: 21 de julio de 1994. Sólo habían pasado dos meses desde el estreno oficial en los Estados Unidos.
Si Garner hubiera fallecido en otro momento, difícilmente habríamos reparado en este entrañable vigésimo aniversario. Por lo tanto, nos habríamos perdido una buena excusa para rendirles tributo a otro acierto del director Richard Donner, a la adaptación que el guionista William Goldman hizo de la serie de TV, en especial a la escena final que revela la verdadera relación entre el marshall Zane Cooper de James, el Bret Maverick de Mel y la Annabelle Bransford de Jodie.
Si Garner hubiera fallecido en otro momento, difícilmente habríamos recordado que el estreno porteño de Maverick tuvo lugar el jueves posterior al estallido de la bomba en la AMIA. Aunque en este punto dudamos de la precisión de IMDb quienes preferimos pensar que (porque no conseguimos recordar si) terminaron suspendiéndose por duelo los estrenos teatrales y cinematográficos previstos para esa semana.