Revista Cine

La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

Publicado el 27 octubre 2018 por Manuzapata @vivazapatanet
La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

Madrugada en Estados Unidos. El teléfono suena. ¿Señor Joseph Castleman? Sí, soy yo. Aquí Arvid Engdahl, de la Fundación Nobel de Estocolmo. Antes de que siga me gustaría que mi mujer lo oyera, ¿le importaría esperar a que escuche desde el teléfono supletorio? En absoluto. Joan Castleman sale del dormitorio y coge el aparato en la habitación de al lado, su marido Joe espera sentado sobre la cama de matrimonio con el auricular pegado a la oreja. Hola, ya estoy, exclama ella. De acuerdo, continúa la voz del otro lado del océano. Es un gran honor comunicarle, señor Castleman, que ha sido elegido Premio Nobel de Literatura de este año. Su carrera es realmente impresionante. Su prosa no solo es íntima, ingeniosa y profunda, sino que ha desafiado la fórmula novelística de tal forma que será una influencia para las futuras generaciones.

La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

Así contado, por escrito, pura y llana descripción sin un adjetivo que ponga el acento y los matices. Pero lo que nuestra cabeza imagina tras leer esa escena nada tiene que ver con lo que nos sugiere después de comprobar cómo ha querido mostrárnosla el director sueco Björn Runge. Hitchcock decía que lo realmente importante no son los diálogos, sino lo que sucede en pantalla con los gestos o ademanes que pueden cambiar completamente el significado de lo que se dice. Pues bien, el rostro de Glenn Close, con los ojos completamente abiertos, mirando al infinito y una expresión completamente vacía, nos deja un poso de desasosiego y una pregunta recurrente. ¿Por qué La buena esposa y no El premio Nobel?

La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

Ese primer plano de la actriz se repite en varias ocasiones a lo largo del metraje. En montaje cinematográfico se llama Efecto Kulechov a la utilización de encuadres del semblante aparentemente inexpresivo de los intérpretes que adquieren un significado u otro dependiendo del contexto que los rodee en forma de imágenes o aconteceres que se hayan dado antes en la película de la que forman parte. En este filme se ha utilizado con gran acierto dicho recurso narrativo para ir relatando cómo esta mujer, durante el viaje a Estocolmo para asistir a la entrega del Premio Nobel a su marido, se cuestiona sus decisiones vitales.

La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

La incógnita del segundo párrafo queda despejada. Ella es la protagonista. Y, poco a poco, lo que parece una historia sencilla y sin dobleces comienza a convertirse en una tela de araña que nos lleva, en forma de flashback, al pasado, obteniendo información harto reveladora acerca de estos dos personajes y que hacen comprensibles reacciones que se van produciendo en el presente europeo de los mismos. Nos encontramos con una intriga que viste de suspense la cinta y que, sumada al importante e impactante fondo de la cuestión, nos atrapa de inmediato provocando que no podamos apenas parpadear hasta llegar a la conclusión de la misma. ¿Un merecido Óscar para Glenn Close? Es más que posible. Dos nombres, como ejemplo, sobre los que investigar tras ver este largometraje (nunca antes, por favor). Sofonisba Anguissola y Rosalind Franklin.

La mujer del premio Nobel – Crítica de “La buena esposa” (2017)

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  ©  Tempo Productions Limited, Anonymous Content, Meta Film, Silver Reel. Cortesía de Vértice 360 Cine. Reservados todos los derechos.

La buena esposa

Dirección: Björn Runge

Guión: Jane Anderson, basado en la novela homónima de Meg Wolitzer

Intérpretes: Glenn Close, Jonathan Pryce, Christian Slater

Música: Jocelyn Pook

Fotografía: Ulf Brantas

Montaje: Lena Runge

Duración: 100 min.

Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, 2017

Anuncios

Volver a la Portada de Logo Paperblog