Y yo creo en el amor. ... Sólo el amor podrá verdaderamente
salvar el mundo “. (Diálogo)Continuando con el plan palomitero de vacaciones, vimos Wonder Woman, cuarta entrega del universo extendido de DC, dirigida por la no muy experimentada aunque multipremiada Patty Jenkins, quien recibió varias nominaciones por su primer largometraje Monster; la californiana formada en el American Film Institut, inició como muchos de los directores de los años 90, realizando publicidad y videoclips; un par de años alejada de las cámaras, centrada en la docencia y sus estudios de posgrado, dio fruto para un cortometraje llamado Velocity Rules financiado por la misma AFI, con cierto aíre almodovariano y a los superhéroes, donde la mujer es la protagonista, en cierta forma adelantándose a la que sería su obra más conocida y rentable como lo es Wonder Woman, heroína que se abrió camino en el Batman vs Superman de Sneyder y, a la cual Jenkins, le dio su propia personalidad y estilo, además de un reconocimiento más allá del cinematográfico, como lo fue el de Derechos Humanos en Canadá, y el empoderamiento femenino (fuera y dentro de las pantallas)
Con guión de Allan Heinberg e historia en conjunto por Zneyder, Jason Fuchs y el mismo guionista, que toman el personaje creado por William Moulton Marston, y lo adaptan a ese universo expandido de DC, guardando los conceptos y orígenes de Diana de Themyscira, las amazonas y la mitología griega.
La película nos muestra el origen, y evolución de esta guerrera hija de Zeus y hermana de Ares, escondida entre las brumas del tiempo,en la isla de Themyscira, donde habitan las Amazonas; la llegada de un hombre, un piloto y espía de nombre Steve Trevor (Chris Pine),perseguido por los alemanes, no sólo les mostrará a las guerreras, otro mundo sino ese tan temido, espíritu destructivo de los humanos.
Ubicada en el clímax de la Primera Guerra Mundial, y ese punto intermedio, entre la creación del gas mostaza y las salidas pacíficas, que se intentaban en un caótico Londres, a donde llegarán Steve y Diana Prince/Wonder Woman (Gal Gadot); a partir de este punto, el largometraje se sostendrá entre la búsqueda de Wonder Woman por Ares, y acabar la guerra, y la de Trevor junto a su grupo de guerrilla, para evitar un mayor desastre; pero la búsqueda de uno y de otro, tendrá la misma consecuencia.
Sin mayores artilugios narrativos, centrándose en la lucha personal de La mujer Maravilla y la relación que se va formando con Trevor y amigos, de forma paralela vamos viendo -superficialmente- el caos de la guerra, y en este punto acierta la visión de Jenkins más que la escritura de Heinberg.
Aunque hablar de dirección de fotografía en este tipo de obras, es asimilarlo a la composición digital y a los mismos efectos especiales, el trabajo del experimentado Matthew Jensen, ligado a la televisión, sale bien librado en el trabajo de cámara, y en las escenas de acción. Sí bien la música puede pecar en exceso en las diversas secuencias también cabe destacar ese leitmotiv en las apariciones de la heroína, que ya habíamos escuchado en Batman vs. Superman.
Con un departamento de arte, efectos, animación y composición que se hace interminable en sus nombres, es obvio que es otro de los puntos fuertes de este largometraje, que sí bien apela a lo visual, funciona de forma efectiva en su desarrollo.
Las actuaciones de Gal Gadot y Chris Pine, son más que efectivas, y el carisma de esta pareja protagonista funciona tanto en lo dramático como en el desarrollo de la obra, obviamente, sí cabe destacar un papel, es el interpretado por David Thewlis (Naked - Harry Potter), Sir Patrick/Ares, que logra emular los mejores momentos del largometraje, y su mismo aspecto, constrasta con la fuerza del mitológico personaje; también tiene cabida la actuación de Danny Houston y la corta aparición de Robin Wright como la madre de Wonder Woman. En general, actuaciones sólidas, respaldas por la espectacularidad de sus imágenes y efectos.Aunque la película me gustó más de lo que pensé, con un guión por lo menos efectivo en su construcción, sólido en actuaciones e imagen, en cierto modo, el peso que recae en Gadot, no es suficiente para toda la obra; aún así, la construcción narrativa con la Primera Guerra Mundial de fondo, su obvio tono antibelicista y la espectacularidad de la forma sobre el fondo, es más que suficiente para disfrutar de este largometraje.
Zoom in: Además de algunos premios menores, la película se convirtió en representante de los Derechos Humanos.
Montaje Paralelo: Universo DC