La mujer sin piano

La mujer se levanta, prepara el desayuno, despide a su marido, limpia la casa, atiende a sus clientas, prepara la cena y recibe al marido cuando regresa. Espera que él se acueste, prepara la valija y se va a la estación a tomar el primer tren que salga ... para donde sea. A él le gusta arreglar cosas, y también tomará un tren, a Polonia, "para que metan en cárcel" (porque ése también es un asunto que debe arreglar). Ambos esperan a que salga el primer tren. Esperan en la estación, en un café, en la calle, en una habitación de hotel, vagando por un mundo extrañamente despojado de emoción (extraño como resultaría extraña cualquier ciudad entre medianoche y la madrugada). Aunque quizás al final de la espera no haya un tren, aunque sí una respuesta (o al menos una nueva forma de ver la pregunta).
Una historia calma, que no necesita apoyarse en la acción o el drama, porque sus personajes bastan para sostenerla, en su recorrido por ese limbo trasnochado de una Madrid prolija y neutra (al punto que podría ser cualquier otra ciudad). Una comedia, quizás, pero no de las de reír sino de las que nos dejan una sonrisa algo triste en la cara.
Recomendable.
Dirección: Javier Rebollo
Guión: Javier Rebollo, Lola Mayo
Elenco: Carmen Machi, Jan Budar, Pep Ricart
Esta película participa del 12° Bafici, 2010, como parte de la Selección Oficial Internacional