La profesora activista
Clara Eissner nació en Wiederau, Alemania, el 5 de julio de 1857. Su padre, Gottfried Eissner era profesor de escuela y organista. Su madre, Josephine Vitale era una mujer culta y elegante que provenía de una familia burguesa de Leipzig. Clara tuvo la suerte de crecer en un ambiente culto y fue una de las primeras alemanas en poder estudiar en un colegio universitario para ser profesora. Cuando en 1874 terminó sus estudios, empezó a conocer a distintos miembros del movimiento obrero de Alemania y a revolucionarios rusos exiliados. Pronto se vio atraída por las ideas socialistas y en 1881 se unió al Partido Socialista de los Trabajadores. Un año más tarde conocía a Ossip Zetkin, un exiliado ruso con el que mantendría una “unión libre”1 y tendría dos hijos. La obrera en el exilio En la década de 1880, Otto von Bismark prohibió toda asociación y actividad relacionada con el socialismo en Alemania, por lo que Clara y su esposo tuvieron que exiliarse a París. Durante su exilio, Clara vivió en su propia piel el duro día a día de las mujeres proletarias. Mantenía a sus dos hijos, trabajaba de profesora y continuaba reclutando mujeres para la causa socialista y feminista. Casi diez años después volvía a su Alemania natal. Su propia experiencia marcaría su labor política posterior. Convencida de la importancia de las mujeres, Clara afirmaba con rotundidad que el feminismo y el socialismo debían ir de la mano. En la década de 1890 se fundó la Oficina de las Mujeres para el reclutamiento de miles de mujeres para el partido socialista. Para plasmar sus ideas, Clara Zetkin se hizo editora del periódico de mujeres “Igualdad”, publicado entre 1892 y 1917. En sus páginas defendió la importancia del trabajo como una condición indispensable para la independencia económica de la mujer. En 1907 colaboró en la organización del Congreso Internacional Socialista de Mujeres. Tres años después, proponía la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer. Clara Zetkin fue también una ferviente detractora del feminismo burgués y de clase media. Clara consideraba que, en lo que respecta a la mujer proletaria, es la necesidad del capitalismo de explotar y buscar incesantemente mano de obra barata lo que ha dado lugar a la cuestión femenina… Por tanto, la batalla de la mujer proletaria no puede ser igual a la que la mujer burguesa libra contra el varón de su clase2. Radicalizando posturas A las puertas de la Primera Guerra Mundial, el partido Socialdemócrata aceptó la entrada de Alemania en la contienda. Clara Zetkin y sus compañeras, entre ellas, Rosa Luxemburgo, fervientes defensoras del pacifismo, se sintieron decepcionadas con el partido. Clara se unió entonces el Partido Comunista alemán y fijó su interés político en la Rusia revolucionaria. Allí entró en contacto con mujeres activistas como Alekxandra Kollontai quien se convirtió en su discípula. Clara Zetkin moriría en su exilio ruso el 20 de junio de 1933 en Moscú. Tenía 76 años. ______ 1.Historia de las mujeres. Una historia propia. Bonnie S. Anderson, Judith P. Zinsser. Pág. 887 2.Ídem, pág. 889Revista En Femenino
En 1910, la Internacional Socialista de Mujeres decidía que el 8 de marzo fuera el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La impulsora de esta decisión fue Clara Zetkin, nombre imprescindible para entender el feminismo socialista de principios del siglo XX. Madre de dos hijos y trabajadora incansable, Clara luchó toda su vida por los derechos básicos de la mujer.