«la muralla de la vergüenza»

Como continuación al tema de denuncia que planteamos en nuestro artículo titulado “Un Baluard del Migdia que hace llorar… de pena”, (que también vino derivado por una consulta en el blog), nada más recuperar la actividad tras el parón estival, hemos recibido un correo electrónico de un vecino del carrer Aiguader, el Sr. Marc Vinuesa, que nos solicita si podemos publicar una carta explicando la situación de deterioro del lugar, que infructuosamente ha intentado hacer llegar al actual responsable del Districte de Ciutat Vella, sin demasiado éxito en su empeño.

Este es el texto del correo recibido:

Hola buenos días. Me llamo Marc Vinuesa y soy vecino de la calle Aiguader. Las ventanas de mi casa dan justo a la muralla Baluarte.

Hace tiempo intenté contactar con el regidor del distrito, Jordi Rabassa, con el fin de trasladar las inquietudes de los vecinos. Pero éste nunca contestó.

Me preguntaba si usted podría ayudarnos desde su blog, colgando una de las cartas que hicimos llegar al Ayuntamiento, que en datos adjuntos la podrá encontrar.

Carta de Marc Vinuesa

En consecuencia, y como ya explicamos que no tenemos ningún tipo de problema en actuar de pequeña plataforma mediática para servir de altavoz en situaciones de degradación de la ciudad, como la que actualmente se está produciendo en ese lugar tan importante de Barcelona (tanto desde el punto de vista de memoria histórica, como de salubridad de la vecindad), aquí os compartimos el escrito que nos han remitido, que por nuestra parte ya hemos hecho llegar directamente a un concejal del actual Consejo Municipal de l’Ajuntament de Barcelona, quien nos ha comentado que su grupo municipal ya está trabajando en este tema.

Esta es la carta que Marc Vinuesa nos ha hecho llegar para publicar:

Aiguader ayuntamientoDescarga

Como siempre, y tal como le respondimos a Marc, estamos encantadas de poder poner nuestro pequeño granito de arena en buscar una solución a este problema.

¡A ver si conseguimos algo! La historia de Barcelona está llena de luchas vecinales que han acabado «moviendo montañas». Esperemos que éste sea también el caso.