La mutante. Cristina Hernández.

Como siempre, Narval quiso darme una sorpresa hace unos días y en el buzón de mi casa se coló un librito que tenía muchísimas ganas de bichear. Mil gracias por permitirme contemplarlo con calma y todas las veces que he querido.

La historia de La Mutante es sencilla y complicada a la vez porque, la pobre, cae en la tierra después de haber sufrido un par de turbulencias con su nave, más bien mareada y bastante desorientada. Suerte que encuentre una moneda, compra un lápiz y, a partir de ahí, su vida es mucho más fácil y divertida.

No os quiero contar mucho porque creo que le quitaría mucho encanto al cuento, a mí me ha parecido maravilloso ir descubriendo cosas a medida que pasaba las páginas. Si os puedo contar que, esta muñequita, es de lo más resuelta, que no está dispuesta a conformarse si algo no le gusta y que es muy buena amiga de sus amigos. Lo demás, creo que deberíais descubrirlo vosotros.

Me ha encantado este álbum ilustrado, por muchas cosas, por sus dibujos de trazo rápido, aparentemente descuidado, porque con muy poco dice mucho, porque sin palabras nos hace amigos de personajes entrañables y encantadores, porque nos regala una sonrisa en todas sus páginas, porque es original... ¿qué mas os puedo decir? La verdad es que es realmente genial y simpático.

Creo que Cristina Hernández nos ha hecho un regalo a todos los que queremos darle un oportunidad a este cuento porque, a pesar de que pueda parecer simple, no lo es, cuenta, no solo una historia sino todas las que queramos imaginar. Eso es lo bueno de los libros sin palabras, solo con dibujos, dejan tanto espacio para que exploremos...

Aparentemente todos podríamos dibujar muñequitos como la Mutante pero, ¿sabríamos dotarlos todos de esa ternura y esa personalidad? Yo creo que no y por eso me ha sorprendido y admirado esta libro. A veces creemos que para decir mucho hay que llenar las páginas de colores y elaboradas ilustraciones. No equivocamos, a veces eso es necesario, otras, como en este caso, una página en blanco con sencillos dibujos en negro y rojo nos cuentan un cuento y nos dejan inventarnos mil.

No sé qué me esperaba cuando vi este álbum ilustrado en el catálogo de Narval pero, después de tenerlo en casa os puedo decir que me ha sorprendido muy gratamente, me ha enseñado, me ha divertido y en general, me ha gustado mucho.

Vuelvo a agradecerles el habérmelo enviado, junto con otro del que hablaré pronto y el haberme regalado ratitos de los más entretenidos ojeando un libro que da para lo que nosotros queramos, una sola vuelta o mil.

Si tenéis que visitar las librerías en estos días, echadle un vistazo y ya me diréis que os parece. Yo creo que aún tengo que mirarlo muchas más veces.

Un abrazo y nos leemos.