Revista Cultura y Ocio

La Nada Sagrada renace en Minería

Publicado el 26 febrero 2011 por Sergio B Huidobro
La Nada Sagrada renace en Minería

·El poemario del ecuatoriano Iván Oñate fue presentado en una nueva edición con algunos cambios nacidos “antes de la vida misma que de necesidades editoriales”

·“La poesía no puede cambiar ninguna estructura social, ni la vida misma. Pero cambia algo más profundo: Al ser.” refirió el también académico

·Una audiencia mayoritariamente adolescente aplaudió la lectura de poemas extraídos del volumen.


“Quien ama más de una vez / También / Morirá muchas veces…”, escribió Iván Oñate en 1998. Y el poeta, nacido en Ecuador, residente en México y radicado en la lengua española, parece haber muerto una y otra vez, gozosa víctima de múltiples amores simultáneos: A la música, a la semiótica, a la narrativa, a la nostalgia, al cine de Elia Kazan, al cine de tantos otros, a la memoria. También a la poesía, por cierto. Cada uno de estos amores (o de estas muertes) fueron la semilla de La Nada Sagrada, poemario publicado en 1998 y reeditado con algunos cambios en 2010, aunque por necesidades más vitales que editoriales. La nueva edición, a cargo de Mayor Books dentro de la serie Ómnibus Poesía, fue presentada hoy durante la segunda jornada de actividades de la XXXII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.


Aunque decir que el volumen fue presentado tiene algo de injusto. “Compartido” es un verbo más adecuado para la charla que Oñate, acompañado del poeta chileno Mario Meléndez y del mexicano Marco Antonio Campos, brindó a un público mayoritariamente joven en el Salón Manuel Tolsá del recinto universitario. Mediante la lectura de poemas directamente de su autor y de comentarios sobre su obra por parte de sus acompañantes, Oñate repasó el cuerpo estructural del poemario que consta de siete partes y, en esta edición, un epílogo que ofrece una acercamiento íntimo y anecdótico a las razones de su segundo nacimiento.


El delicado sonido de una nueva edición


Una tarde, en los pasillos de la Facultad de Quito (donde Oñate imparte cátedra de semiótica y literatura hispánica), el escritor fue visitado por muchachos que integraban una banda de rock homónima a un disco de Pink Floyd, El delicado sonido del trueno. Su vocalista, Paulina Massiel, había muerto de forma trágica. Antes de eso, la joven cantante paseó por varias semanas con La Nada Sagrada bajo el brazo y musicalizó uno de sus poemas. Después de escuchar la grabación “con la potencia de la muerte intensa y joven de una Janis Joplin” Oñate quedó prendado de la historia: Era momento de reeditar La Nada Sagrada con una dedicatoria particular a la artista fallecida e inyectarle nuevos destinatarios a aquellos poemas escritos 12 años antes.


La Nada Sagrada evoca varias presencias. Una es Malcolm Lowry, inspiración de una de las secciones del poemario (Oscuro como la tumba de Lowry) y autor del epígrafe que abre el volumen. El otro invitado es el cineasta griego afincado en EUA, Elia Kazan. Clásicos de su filmografía como Un tranvía llamado deseo, Esplendor en la hierba ó Al este del Edén son también títulos de poemas contenidos en el volumen. Otros poemas incluidos y leídos durante la presentación en el recinto de Tacuba fueron “Catarsis del poeta”,“Capilla Sixtina” y “Biografía apócrifa de Borges” (El argentino ha sido una de las presencias constantes y definitivas en la concepción poética de Oñate).


“¿Por qué la nada como eje (del poemario)?” inquirió una joven escucha al finalizar la lectura de poemas. “Uno no dice nunca que va a escribir cómo si estuviera enamorado, porque lo que salga va ser falso. Horrible. Uno se enamora y desde ahí escribe(…)yo no elijo escribir poesía en el sentido en que yo no elijo los temas. Un tema, como la nada, termina eligiéndome a mi en un momento”, refirió el poeta que se confesó “obsesivo” de la estructura en prosa y la lógica narrativa, pero no en la poesía. “Escribiendo en prosa sé muy bien de donde parto y a donde quiero llegar. En poesía no.”


¿Cómo encontró entonces la nada a Oñate? Muy fácil: “Porque somos nada y hacia la nada nos dirigimos. Somos nada surgida de la nada. Y el ser no es nada más que el estremecimiento de la nada.” Para eso está Oñate. Para dejar constancia escrita de que la nada existe. Y de que es sagrada.


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